¿Neocriollismo en Canarias?

2006-3-10

Por Miguel Leal Cruz.
*LICENCIADO EN HISTORIA Y EN PERIODISMO (CANARIAS-ESPAÑA).

DEBATE SUSCITADO
Miguel Leal Cruz

Desde el axioma apriorístico por el que negamos la existencia de un pueblo canario consolidado, a pesar de diversas posturas discrepantes (muchas desde un radicalismo utópico aunque bien planteado en sus postulados teóricos), sí podemos asegurar, sin embargo, que, al concepto muy típico de lo hispano colonial, cuál es el denominado criollismo como consecuencia de la conquista y colonización a partir de principios del siglo XV (paralelo al proceso hispanoamericano e incluso anglosajón), habremos de añadir otro más actual (que llamaremos neocriollismo) o más exactamente nuevo giro de aquel otro histórico. Éste surge en un contexto diferente por otros motivos muy dispares y en una sociedad global también diferente que nos ha tocado vivir. Aquel fue producto del mestizaje étnico y cultural que también persiste ahora (con otro formato) pero constituye la base de la idea a exponer, válida incluso para países europeos e incluso americanos.

Extrayendo consecuencias de la teoría indigenista para la América hispana, en la que se integra el criollismo, base para los procesos emancipadores, que no es el caso en Canarias, pero sí válido para hacer paralelismos entre ambas situaciones. De esta forma llegamos a la conclusión que en aquellas naciones americanas, de donde es originario el término criollo (que da nombre a descendientes de europeos colonizadores y a su cultura, incluidas muchas de las anglosajonas), es donde este concepto alcanzó su máxima expresión.

El liberalismo y el federalismo en algunos países de aquel continente asumieron la visión integrista pero no resolvieron el problema de las nacionalidades autóctonas (en Estados Unidos, Méjico, Colombia, Bolivia, y otras) existentes en el continente, que están formadas por una mayoría mestiza de habla castellana (con grandes contingentes de étnicas con lingüistica propia). La hegemonía mestiza no necesitó del reconocimiento jurídico ni constitucional, pues bastaba ejercer su dominio imponiendo lengua, costumbres y reglas en la vida económica y comercial en los patrones culturales, en la concepción ética, en la forma de sentir y pensar, para excluir a otro tipo de nacionalidades (hoy parecen renacer).

Es por tanto que la teoría implícita en el título ha quedado expuesta, personalmente, en algunos debates públicos, Centro de Cultura Popular Canaria (La Laguna de Tenerife), por considerar tiene grandes posibilidades para teorizar alguna solución de carácter definitivo a los graves problemas que sufren estas Islas Canarias y que causan preocupación creciente en estamentos oficiales y a todos aquellos que las habitan en estos momentos.

Se insiste en que a priori esto no parece aplicable en Canarias por ser nuestra etnia de origen berebere (norteafricano), amen de otras, mezclada con la población española colonizadora y tener similar tronco étnico común y, por tanto, no aparecen grandes diferencias somáticas que hagan pensar en una población diferenciada. Todo ello, sazonado con una prensa pro española a ultranza desde siempre (incluso institucionalizada), nos conduce a recordar que: superados los intentos independentistas de algunos de sus próceres, en especial Secundino Delgado Rodríguez, que lo intentó tras la independencia de Cuba en 1898 y sólo obtuvo la incomprensión de sus paisanos para terminar en prisión; El Partido Nacionalista Canario, fundado en 1924 en La Habana, con ideario independentista en aquellos momentos, pero no hoy; El estado federal de la II República, que no fue votado en Canarias y por ello no se nos reconoce la nacionalidad histórica, como el País Vasco, Cataluña, Galicia o Andalucía, teniendo más argumentación e historia que aquellas y, por último, los intentos de Antonio Cubillo Ferreira, líder del MPIAC, que al socaire de los independentismo africanos de los años 60 pasados, había iniciado una espectacular lucha, con terrorismo incluido, para obtener la independencia de estas Islas, cuyo intento prolongó sin éxito hasta 1980. Si bien, personalmente, él aún mantiene aquellos postulados aunque sin viabilidad en estos momentos.

En efecto, en recorrido rápido por la historia política e institucional de nuestra Comunidad se aprecia la carencia y consolidación de un pretendido pueblo considerado como tal. La estructura geográfica del Archipiélago, la insularidad, la situación administrativa y económica en torno a las dos grandes islas enfrentadas secularmente en un lamentable pleito…, son los aspectos determinantes para que no se constate, ni se produzca unidad poblacional con características políticas para conformar una nación (sin pretensiones soberanas). A ello sumamos otras razones que se hallan implícitas en la idiosincrasia propia de nuestra gente y en especial “su pacífica forma de ser y ver las cosas” (acuñado desde siempre cualitativa y cuantitativamente).

Todo lo expuesto es irrefutable para cualquier analista interesado (y objetivo) a pesar de lo que se ha dicho hasta la saciedad: Canarias es diferente. Característica ésta que le viene dada por la historia, la geografía, la economía, la cultura y el derecho (tangible en peculiaridades jurídicas, incluso recientes)

El factor geográfico se aprecia desde la misma obviedad en las distancias y en su conformación en islas que influyen considerablemente en aquella peculiaridad humana apuntada, produciendo el “insularismo” y el susodicho “pleito”.

El hecho económico diferencial se halla determinado, tanto en su peculiar e histórico comercio exterior como en la implantación de franquicias en 1852 (Puertos Francos), ampliadas en 1870, confirmadas en 1900 y en los últimos acuerdos con la UE, y que a su vez proporciona el factor jurídico diferencial del resto de España (y de la propia Unión Europea), consecuencia de la sumatoria de todos los anteriores.

Mas, apuntamos, se espera la consolidación y toma de conciencia de ese “pueblo”, que no es virtual, en el momento no lejano en que aparezca un neo criollismo (y ojalá una burguesía autónoma integral) consecuencia del propio deambular en los previsibles acontecimientos político-sociales que se avecinan, ya preocupantes, y producto del propio sentido común de todos. Pero hay un hecho evidente La mitad de la población es criolla - hijos de diferentes nacionalidades, nacidos aquí a partir de 1960 sobre todo - y...es decir, una sociedad nueva, no mestizos en mayoría ahora (pero con hijos de individuos de etnias diferentes). Esto nos da pábulo para considerar que se gesta el neocriollismo apuntado.

Cuando aquellos que han elegido nuestras islas para vivir y convivir con los canarios, no sólo españoles peninsulares que son mayoría relativa, sino otros europeos, africanos e hispanoamericanos…, personalmente se vean perjudicados por la problemática que “in crescendo” afecta a todos en esta Comunidad: inseguridad ciudadana, desfase en cuanto a poder económico con otras regiones de la UE, inmigración excesiva en detrimento laboral, sanitario y de servicios públicos comunes, escolares entre otros, en un territorio limitado, germen y proliferación de nuevas enfermedades…, aquellas posibilidades tomarán cuerpo para que rebrote de forma pacífica, pero con contundencia, el sentimiento unitario de autoprotección que se manifestará en protestas o en las urnas por razones obvias.

Es lo que pretendemos llamar neocriollismo, concepto que se consolidará en los próximos años (tal vez con otro nombre). Esto es incuestionable. En debates pasados se insistía que era necesaria la aportación de inmigrantes que complementarían el déficit laboral que producía nuestra economía en constante alza (ahora ralentizada y con moratoria). Aspecto que parece no se produce ahora y desde dos o tres años, pero…

Por tanto, parece se conformará el aludido estado de ánimo colectivo de resistencia ante la situación creada (porque no se aprecian indicios que la subsanen a corto plazo, salvo extraer el conejo de la chistera y crear un paraíso fiscal), que podría desestabilizar nuestra tradicional forma de vida (a todos). Esto es lo que define la idea.

La demanda judicial contra la celebración del carnaval en la capital tinerfeña por motivos de seguridad es un indicio definitorio para un problema puntual, si bien nos debe alertar en los aspectos tangibles que se han pretendido apuntar en este artículo de opinión.

Contestando al planteamiento de Miguel Leal Cruz en su escrito titulado ¿Canarias hacia el neocriollismo?

2006-7-31

Por D. JUAN FRANCISCO DÍAZ PALAREA.

Fecha: 29 Jul 2006

Por esa misma regla de tres , del planteamiento y alegato del SR. Leal no existiría el pueblo español dado los orígenes y mezcolanza de su gente y por tanto no podría ser una nación. Es un hecho notorio, irrebatible y constatado que el Archipiélago Canario existe ( aunque los lacayuelos de turno quieran neblinarlo ahora en el panfleto de Estatuto colonial con aquello de "Archipiélago Atlántico") y que en dicho territorio hay un pueblo: El PUEBLO CANARIO ( no el pueblo español) y por tanto existe LA NACIÓN CANARIA y que todavía no es un Estado Archipielágico porque lo ha impedido la metrópolis: España.

Todos este debate estéril, sobra, y de lo que se trata es como siempre, el de "marear la pardela" y contentar los oídos del colonialismo español, que paga muy bien al colaboracionista canario que incluso se llegue a cuestionar su propia existencia.

En el Archipiélago Canario, a 27 de Julio de 2006.
Fdo. Juan Fco. Díaz Palarea



Aclarando conceptos semánticos a Díaz Palarea

2006-8-27

Por Miguel Leal Cruz.

Sr. Díaz Palarea:

Estimado ideólogo, ABOGADO y defensor de una patria canaria (independiente) que personalmente considero una utopía en estos momentos (para Canarias, para Taiwan… por no extenderme…).

Respecto a su petición para aclarar conceptos semánticos (o de contexto) desde el artículo en torno a lo que nominamos (personalmente) "neocriollismo" publicado por la Cubanuestra. nu (entre otros medios en papel y digitales), consideramos ha quedado meridianamente clara la intención en el mismo contenido. Simplemente pretendo advertir, a efectos sociales (y derivados), los procesos que a corto plazo van a tener lugar en este Archipiélago atlántico.

Como queda dicho en otro lugar como consecuencia de otra polémica similar, el criollismo es un concepto netamente hispano-americano y sólo aplicado a aquellas posesiones (que fueron hispanas) al otro lado del Atlántico en que se incluye Canarias (y Asia), pero que asimismo se hace extensivo al mundo anglosajón pero fuera de la Gran Bretaña (según Larousse).

Sospecho (y no le había contestado por hallarme ausente en la isla de mi nacimiento, La Palma, por motivos familiares y otros) que Vd. "coge el rábano por las hojas" intencionada o sin pretenderlo cuando intenta aplicar (o hacer extensivo) el concepto o significado semántico a la España penínsular, a las Islas Británicas o a Europa en suma (cuyos procesos históricos fueron tras intensa amalgama de etnias, culturas..., pero…)

En consecuencia, de todo lo anteriormente expuesto le remito al mismo mensaje que (por igual motivo) envié a nuestro amigo Fidel Campo Sánchez, intelectual e incansable investigador de cosas canarias aunque proceda de Santander, y que publicó el semanario La Voz de La Isla de La Palma en esta autonomía española en el Atlántico con status de primer mundo; en virtud de réplica (similar a la suya) y que aparece al final:

Don Fidel: No había leído tu comentario (equivocado, como podrás comprobar tú mismo) a mi artículo Neo-criollismo. Nunca es tarde para la crítica (y anticrítica) constructiva.
Tu amigo Miguel Leal

 

--------------------------------------------------------------------------------

A MI AMIGO FIDEL CAMPO SÁNCHEZ.

Miguel Leal Cruz.

Estimado Fidel: Vuelvo a ser objeto de tus comentario en medios de prensa o informáticos (incluida La Voz de La Palma), esta vez en torno a mi artículo que titulo “Neocriollismo en Canarias”, publicado en diversos medios.

Ha de quedar claro que no me favorece en nada para mi condición de estudioso de la historia y del periodismo objetivo (universitario), pero menos te favorece a ti por tus errores de fondo en la interpretación semántica (y de contenidos) del concepto de donde parte la diatriba: el criollismo.

En la Gran Enciclopedia Larousse (que no admite ambigüedad en sus acepciones, y así queda corroborado desde diversos y eruditos foros como objetiva e imparcial), define el término criollo como “el hijo de padres europeos nacido en alguna parte del mundo que no sea Europa”, o sea, añado, también los nacidos en territorio de los Estados Unidos, Angola, Ruanda o Filipinas, y por descontado en estas Islas Canarias, antes y ahora mismo. Y es aquí dónde hago hincapié para definir el Neo criollismo (término que pretendo acuñar para la población actual-con su entorno social- en el Archipiélago y que te agradezco lo hagas saber), como algo obvio que va en desarrollo constante.

Por lo expuesto y consecuencia de la premisa anterior (por que no dudarás que aquí se esta conformando una nueva población) se genera el hecho, fruto de la constante inmigración que sufren las islas desde diferentes geografías. Pero con etnias mezcladas que producen los muy diferentes críos (criollos), como bien apuntas, que son muchos y variopintos. Sólo acude a algún colegio de Adeje, o en todos los de Fuerteventura. Esto es lo que se pretende explicar, sin ánimo xenófobo o de otro signo, y para cualquiera que quiera ver aunque te tachen (difamen) de lo que sea…

Consideramos que en breve tiempo este concepto será una realidad social (al igual que lo fue el criollismo en otros tiempos), y producirá una férrea defensa de los derechos vulnerados con exaltación de lo propio (es lo que se apunta en el artículo). Así se dice: “… que la teoría implícita en el título ha quedado expuesta, personalmente, en algunos debates públicos, Centro de Cultura Popular Canaria (La Laguna de Tenerife), por considerar tiene grandes posibilidades para teorizar alguna solución de carácter definitivo a los graves problemas que sufren estas Islas Canarias y que causan preocupación creciente en todos los que en ellas habitan en estos momentos. Se insiste en que “a priori” esto no parece aplicable en Canarias por ser nuestra etnia de origen berebere (norteafricano), amen de otras, mezclada con la población española colonizadora y tener similar tronco étnico común y, por tanto, no aparecen grandes diferencias somáticas que hagan pensar en una población diferenciada”.

En España el concepto criollo se usa de forma más restrictiva y aplicado casi únicamente a la América hispana donde era considerado criollo el hijo de español nacido en el Nuevo Continente, tanto nacido de española como de autóctona (y en sus mestizajes previos, tanto de negro, mulato, prieto, pardo, indio, chino, itálico, anglosajón, rumano… y de todas las combinaciones posibles, ya muy estudiadas desde aquellas fechas).

Pero aplicado a la situación que de unos años hacia acá tiene lugar en estas Islas Canarias; ¿dónde está la diferencia? Son tiempos diferentes y con cultura (y economía) globalizadora (en todos los campos), también diferente…Qué quiere que le diga.

Espero le haya aclarado sus dudas, amigo Don Fidel y ¡déjese ver, hombre!

 

--------------------------------------------------------------------------------

Motivo de la polémica:

NEO CRIOLLISMO SUI GENERIS

Fidel Campo Sánchez

De nuestra lectura a un artículo de un matutino de esta ínsula titulado ¿Canarias hacia el neocriollismo?, cuyo autor es ese benahorita y pura sangre del nacionalismo canario,- al decir de muchos independentistas-, donde el ínclito licenciado don Miguel Leal, en el que vemos más que la suma de las partes que expone, toda una persona que pudiera estar confundida en la práctica de la exposición de esos sui géneris principios que rigen el conocimiento del sistema hipotético de deducción y por el que, además, niega la existencia o al menos pone en duda, de un auténtico pueblo canario consolidado, que nos debe llevar a reflexionar sobre algunas aseveraciones que vierte, confusas y nada coincidentes:

Lo tangible en Psicología –vocablo que utiliza reiteradamente– es la facultad del hombre para comunicarse, es el lenguaje, en el caso que nos ocupa el español que se habla en Canarias.

El señor Leal, nuestro amigo, nos pone contra la pared al plantearnos un neocriollismo, sin referencia étnica ni genética ni cultural en relación a los verdaderos orígenes de el y lo canario.

El vocablo criollismo es el característico de lo criollo según nuestra humilde opinión, posiblemente diferente a ese neo-criollismo que nos expone el erudito, señor Leal de la Cruz, que sin duda debe conocer que es un vocablo que se viene utilizando en la narrativa, el arte, los mitos y creencias del mundo precolombino. Característica de lo que es criollo, como conjunto de costumbres y tradiciones de los criollos se debe al movimiento literario surgido a finales del siglo XIX y principios del XX en Latinoamérica, que se caracteriza por el realismo en la descripción de la vida de los gauchos, indios y negros.

Habida cuenta que parece estar confundido, al igual que ese Dinio, personajillo de los programas rosa de Televisión, tenemos que manifestar, ¡con perdón!, que nuestra opinión, en primer lugar y principalmente es la de NO compartir que afirme el que no se constate, ni se produzca unidad poblacional con características para conformar una nación sin pretensiones soberanistas. La aparente negación del soberanismo nos extraña en personas que considerábamos muy acreditadas en lides soberanistas, hasta el preciso momento en que hemos dado lectura a su lección, que nos ha llevado a la decepción hacia el que, en diversos foros del nacionalismo canario, era considerado como un auténtico pura sangre del nacionalismo.

Sentimos tener que discrepar sobre las teorías criollas de tan conspicuo estudioso pero… nosotros opinamos de manera muy diferente, a su respetable opinión.

La etimología del criollo se deriva de "crío" que es como los españoles o castellanos llamaban a sus hijos nacidos en las indias y Canarias.

La mayoría de las fuentes que hemos consultado coinciden con que es una derivación del verbo "criar", raíz de la palabra "criado" que se usaba para llamar a los sirvientes y esclavos.

Criollo era y es, para referirse a los hijos de padres europeos o africanos nacidos en América o en las Islas Canarias.

Se usa para resaltar las cualidades autóctonas y la devoción al país americano y al español que nos parece intuir en el sentido que da el señor Leal, al concepto muy típico de sus sugerencias a lo hispano colonial por eso que él denomina como neocriollismo.

Contrariamente a lo que se pueda pensar o creer, el término no se usa para referirse a personas de raza mezclada. A los hijos de españoles o castellanos con aborígenes se les debe llamar "mestizos" del latín misticius (mezclado), que es diferente a los hijos de españoles con negros a los que se les denomina como mulatos llamados también pardos que están en situación semejante a la de los negros.

Debemos, asimismo, significar que se llama criollo al individuo nacido de criollos.

Lo que exponemos viene a demostrar que el hecho canario no es muy diferente a la colonización de América y que todo ello viene dado por la historia y la situación geográfica de estos peñascos, frontera con el continente africano que tanto denostan los que se niegan a reconocer los orígenes bereberes de nuestra gente.

 

Artículo desde dónde parte la polémica: ¿Neocriollismo en Canarias?