ELEMENTOS PARA LA CONVERSACION AUDIOVISUAL

 

La problemática en torno a cómo hemos de expresar algo en términos precisos, a pesar de los avances enriquecedores de la lingüística y su filial la semántica, se encuentran hoy, sin duda, en el vértice de la reflexión, puesto que son varios los actores, que con identidad propia, participan en el proceso de la enunciación e interpretación, con la dificultad de interpretación de los diferentes códigos que sistematizan los lenguajes de todo tipo.

Esta introducción define aproximadamente la base estructural para reflexionar sobre el tema elegido: la conversación en los medios audiovisuales y su incidencia en la masa demandante y ávida de conocimiento. (Más, hoy en día más que de conocimiento diríamos entretenimiento)

Trata de diferenciar al sujeto de la enunciación de las otras tres figuras que participan y se comprometen en el texto de la conversación, ojito del estudio, como son: 1) el sujeto empírico extraído de la realidad que es la fuente del hecho a tratar y 2) el sujeto del enunciado o sujeto modelo que es el que imagina el espectador audiovisual, o en la lectura, y por ello no necesariamente homologable con el sujeto originario que parte de la fuente pretende, toda vez que el consumidor de la fuente se imagina una conversación potencial entre el sujeto fuente y el mismo como enunciatario o mejor destinatario.

Estos postulados constituyen el aspecto más notable del libro de Bettelini sobre la conversación audiovisual, quien analiza por categorías la proporción de un diagnóstico en el estado actual de los medios de comunicación de masas audiovisuales y de sus formas incidentales en las sociedades desarrolladas y de consumo, sujeto pasivo en suma a quien va dirigido todo el proceso enunciador- comunicador.

La revelación del modelo de conversación que se usa en la gran película de los años treinta del polifacético Orson Welles que siguió a un hecho que afectó profundamente a la masa consumidora como fue la Gran Depresión, constituye uno de los capítulos, que considero personalmente, más interesentes del análisis que su autor hace de la conversación y su incidencia como medio periodístico.

Si bien es de hacer constar que toma como referencia base los contenidos del documental "News on the March", realizado sobre la vida ficticia de Kane, que es el personaje imaginado por Orson Welles para dar vida a otra identidad, esta real, en la vida rocambolesca y muy polémica en los acontecimientos norteamericanos entre el cambio del siglo y hasta muy avanzado el actual, que fue Willian Randolph HEARST, por cierto gran enemigo de España en América, como así se comprobó durante la Guerra de Cuba, en la que intervino activamente a través de sus polémicas y sesgadas editoriales de Prensa.

Si bien se aprecia claramente que el documental, emitido recientemente en Documanía de Canal Satélite Digital, se basa claramente en la película Ciudadano Kane, en sus secuencias, personajes, aún vivos, escenarios y documentales fotográficos y sonoros que alcanzan desde la Norteamérica de fines del pasado siglo, en que aparece la niñez y juventud de Hearts que se confunde a su vez con la de Orson Welles, la guerra hispano-cubano-norteamericana, provocada por la iniciativa y prensa de Hearst, sus fracasos políticos, amorosos y financieros a lo largo de la primera parte del presente siglo y por último el encuentro real entre el verdadero Hearst con el productor y protagonista

del " Ciudadano Kane ", surgiendo entre ambos personajes una feroz y violenta guerra dialéctica personal y a través de la prensa de la época, todavía dominada en parte por Hearst, que finalizó en las consiguientes demandas judiciales iniciadas por los abogados del magnate contra Welles, sin que tuvieran otro resultado que los ríos de tinta que las linotipias usaron para dar salida a la fuerte demanda del público consumidor norteamericano, y mundial, que estos hechos producían, en un momento incipiente de la Tv., pero en boga la prensa y radio.

Es imposible en un trabajo de este tipo, tratar de compendiar ni tan siquiera la enumeración de las muchas secuencias del film-documento que el autor analiza con suma meticulosidad y abundante conocimiento, pero si podemos hacer una sinopsis de lo que pretende a través de los diálogos de tan variados personajes, intervinientes en la trama ficticio-real, y que resumiríamos como sigue.

A nivel de las grandes unidades de información el film está superficialmente organizado como una sucesión de testimonios sobre la figura de Kane, un sucesión introducida entre un prólogo y un epílogo, durante los cuales el espectador no filtra su impacto conocedor a través de la mediación de los testimonios, sino que accede a la realidad de los sucesos de ficción, directamente. En un principio el espectador accede a información sobre la muerte de Gane, la situación en el ostentoso palacio, Sanada, la bola de cristal que cae de su mano, el misterio en torno a la palabra "rosebud". y en la que participan, ante el consumidor audiovisual, todos los personajes del documento-film. Sin embargo en el epílogo sólo el espectador y ninguno de los personajes son conocedores del significado de la misteriosa palabra pronunciada por Kane antes de morir, y dice el autor que el espectador se coloca en un lugar de privilegio frente a los personajes y a la historia misma del relato por parte del sujeto enunciador, mientras el mundo de los que sobreviven a Kane, empeñados en una infecunda investigación, se distancian notablemente, volviéndose opacos, respecto al mismo espectador y a su conocimiento.

La película se cierra con un acto de intercambio directo entre enunciador y enunciatario, el cual se gratifica por su plusvalor de saber respecto a lo transferido por la historia de la encuesta sobre el significado de "Rosebud".

Se puede observar que tanto el prólogo como el epílogo están a su vez respectivamente precedidos y seguidos por títulos genéricos de encabezamiento y por la presentación de los personales con los títulos finales y que ambas unidades constituyen un intercambio informativo entre enunciador y enunciatario, pues se trata del intercambio de un saber contextual e intertextual -dice el autor -, que en esta exposición no nos parece interesante.

Entre el prólogo y el epílogo se extiende una secuencia de testimonio, o como fruto de nexo de testimonios, como igualmente puede ser considerado el documental " News on the March".

Si la superficie significante del films está caracterizada por la sucesión de grandes unidades de información unidas una a otra por una relación de apertura y de integración, se puede afirmar que el modelo CONVERSACIONAL domina al de la producción de una instancia interrogativa y de su inmediata satisfacción.

El el nivel superficial el texto desarrolla UNA CONVERSACION en entre ambos sujetos que implica un intercambio COMUNICATIVO de macro unidad del tipo pregunta -respuesta inmediata y supone, por tanto, el intercambio más simple y lineal, o sea el menos problemático. Se podría decir que, en un primer nivel, el film se manifiesta como la COMUNICACION DE UNA SECUENCIA de informaciones sobre Kane y sobre su vida - paralela como se ha dicho a la de Hearst -una comunicación que está proyectada para "pasar" fácilmente al espectador-oyente, que está gratificada por saber más que los propios protagonistas.

Pero la situación comunicativa construida por el texto es más compleja que los que se aprecia en este preliminar acercamiento con el auditor visual, porque el modelo de CONVERSACION antes revelado se inscribe en otro modelo, mucho más determinante y direccional, como puede ser, entre otros, el relativo al misterio que circunda el nombre y significado de "Rosebud", palabra anglosajona que encaja perfectamente en el castillo igualmente de traza puritana, donde transcurre gran parte de la trama, y que a su vez connota el deseo en el reencuentro ancestral con la vieja Inglaterra, que guía a su creador, en este caso: Orson Welles que se siente como Willian Randolph Hearst y en base a él y a su polémico imperio, realizó y se responsabilizó de "Ciudadano Kane".

Es evidente que LA CONVERSACION textual inmanente a Ciudadano Kane, aparece como interrelación directa entre el sujeto que informa, enunciador según el autor, y el receptor audio-oyente o enunciatario, aplicando la fórmula instancia interrogativa y de reenvío de la satisfacción cognoscitiva.

El sujeto enunciador se revela como depositario único de un saber, que distribuye a su placer, relegando en papeles secundarios los orígenes EPISTEMICOS que se identifican con los protagonistas de la historia-ficción (semi real sin pensamos en Hearst) y asumiendo frente al consumidor -enunciatario según Bettelini - una actitud paternalista y pedagógica. El sujeto enunciatario, tal y como está previsto por LA CONVERSACION inmanente al texto, recibe un cierto contenido de saber por medio de la narración clara y asequible pero, sobre todo, en virtud de un intercambio directo que no se encuentra inmerso en la misma narración con el sujeto informante, sino que es adquirido directamente por las imágenes que acompañan al texto de un forma asequible al conocimiento del enunciatario.

Ciudadano Kane, y documental complementario, constituyen instancias pragmáticas que juegan papel fundamental para niveles positivos en el proyecta comunicativo que lo instaura; " tan fundamental, dice el autor de libro al final de este capítulo sobre la conversación en Kane, que el texto puede ser leído como una parábola sobre la conciencia y sobre las estrategias de aproximación a lo real".-