LA REVOLUCIÓN CUBANA Y EL AZÚCAR EN LA PRENSA
Por Miguel Leal Cruz
Licenciado en Geografía e Historia y en Ciencias de la Información (Periodismo), La Laguna de Tenerife-Canarias (España)
Web PERIODISMO HISTORICO
A menos de cuatro meses del triunfo del castrismo, el Gobierno Revolucionario dictó la primera Ley de Reforma Agraria. Su elaboración previa se llevó a cabo en los locales ocupados por el mando del denominado Ejército Rebelde en La Plata el 17 de mayo de 1959 (Sierra Maestra), y que, al parecer, Fidel Castro ya había redactado el primer proyecto en Isla de Pinos mientras sufría condena por el frustrado asalto al Cuartel Moncada, en 1956. El espíritu de esta revolucionaria y social Ley, en perjuicio de las grandes explotaciones azucareras, proponía:
-Se eliminarán los latifundios de nativos y extranjeros, al limitar la propiedad de la tierra a un máximo de 30 caballerías que equivalen a unas 402 hectáreas.
-Se entregará la propiedad de la tierra a los campesinos que la trabajarán y se liquidaron las rentas que se veían obligados a pagar, liberando a los campesinos de todo tipo de explotación y amenaza de desalojo.
-Se liberaba a los obreros agrícolas de los míseros salarios, de las largas jornadas laborales, y de la constante amenaza del desempleo y del llamado "tiempo muerto", o periodo inactivo entre las zafras.
Estas medidas constituyen una de las primeras decisiones de carácter general. Para aplicación exhaustiva de dicho proyecto de Ley, promulgada para profundas transformaciones agrarias, se creó el Instituto Nacional de la Reforma Agrario (INRA)
No obstante, en este momento, la Ley, dejaba intocable las propiedades de un considerable sector burgués en la explotación agropecuaria, pero se estudiarían acciones sucesivas para radicalizar el objetivo a seguir, consecuencia del programa revolucionario.
La promulgación de esta medida, según consultamos en la historiografía cubana reciente, constituyó, además, una independencia del caciquismo agrario imperante en Cuba, libraba al obrero agrícola de la explotación directa de los terratenientes y capitalistas, nativos y yanquis (sic), que los tenían sumidos en las peores condiciones de vida. Esta situación cesó cuando la Ley puso las tierras en manos de los campesinos al pasar las grandes plantaciones y sus infraestructuras a manos del estado cubano.
Esta alianza entre obreros y campesinos reforzó ampliamente el proceso revolucionario emprendido, ya que constituyeron la base de la administración en que se basaría la Revolución, apoyando y practicando nuevas medidas revolucionarias al tiempo que eran fieles defensores del proceso y emprendieron la construcción de la nueva sociedad que propugnaban los dirigentes revolucionarios.
La historiografía cubana consultada, nos aporta hechos acaecidos que corroboran estos iniciales éxitos del “Movimiento 26 J”, cuando leemos que: "...En la celebración del 26 de Julio de 1959, en la concentración masiva en La Habana, estuvieron presentes, además de los trabajadores de las ciudades, cientos de miles de campesinos procedentes de todos los rincones del país. Allí manifestaron unidos su ardiente apoyo al gobierno y reafirmaron la decisión del pueblo cubano para avanzar hacia delante por el camino revolucionario emprendido".
Algunas notas aparecidas en los periódicos en aquellos días dan una idea de lo apuntado, cuando atacan la Ley de Reforma Agraria, "(...) esta reforma es una vergüenza del primer ministro Fidel Castro, (también aparecida en prensa canaria el 1 de junio de 1959), o que dicha reforma ha atemorizado a los mejores amigos de Cuba (...)”
Los propietarios de ingenios azucareros cubanos y norteamericanos, entre otras grandes empresas, redactaron también un memorando al Departamento de Estado Norteamericano, sugiriendo que..." se dé mayor autoridad a los Estados Unidos para cambiar cuotas de importación de azúcar en cualquier momento, no como método de represalia, sino como medida de defensa...".
El gobierno revolucionario rechazaba con dignidad tales pretensiones alegando la defensa del campesinado mayoritario. En tal situación comenzaron las primeras agresiones directas contra la Revolución Cubana, considerándose por la historiografía cubana, que “desde aquel momento se iniciaban los primeros pasos para que por parte de los Estados Unidos se organizara la operación militar sobre Cuba...”
Los fondos bancarios cubanos depositados en bancos norteamericanos fueron embargados, declarándose, sobre Cuba, la reducción del suministro de petróleo desde su territorio, de equipos industriales y otros efectos comerciales de suma importancia para la misma subsistencia de la economía cubana,
Desde los inicios de 1960 las agresiones económicas de elementos residentes en los Estados Unidos se hicieron más frecuentes. A ello hemos de unir la deliberada suspensión de importación y refino del petróleo procedente de la Unión Soviética consecuencia de los acuerdos comerciales suscritos con el Gobierno Revolucionario cubano. Posteriormente, en aplicación de la política emprendida que dura hasta hoy, el gobierno norteamericano redujo a 700.000 toneladas métricas la cuota de azúcar cubano para el mercado, suspendiéndola totalmente la compra de este vital producto para la economía cubana, al tiempo que congelaban los fondos que en divisas se hallaban en bancos norteamericanos.
Sin embargo, posteriormente, el 8 de mayo de 1960 se restablecieron formalmente las relaciones soviético- cubanas, rotas por Batista y su política de alineamiento pronorteamericano durante la "guerra fría", y "... a pesar de las constantes agresiones del imperialismo, Cuba no se vio sola. El pueblo cubano tuvo el apoyo internacional. Se estableció un convenio comercial con la URSS, por medio del cual esta nación compraba un millón de toneladas de azúcar anuales y los 700.000 que habían dejado de comprar los Estados Unidos. Además, asumía el compromiso de suministrar todo el petróleo que Cuba necesitase, así como el envió de otras mercancías necesarias que la economía cubana demandase.
LA PRIMERA LEY DE REFORMA AGRARIA Y PRENSA EDITADA EN CANARIAS
Para justificar la anunciada medida revolucionaria con precedentes en otras revoluciones habidas en el mismo siglo, se ha de indagar con profundidad en el problema rural cubano. Siempre fue sumamente injusto desde la época colonial, por la existencia de enormes latifundios en propiedad de pocas manos y en perjuicio de pequeños propietarios o aparceros, pero cuya problemática se intensificó durante el posterior periodo post colonial o republicano. Durante esta nueva etapa, que la historiografía cubana llama neo colonial, las explotaciones agrarias de carácter extensivo, siempre estuvieron supeditadas a conexiones económicas dependientes del capital aportado por los citados financieros norteamericanos, en conexión con lo mejor de la burguesía nativa, detentadores máximos, ambos, de la propiedad agrícola e industrial de la Isla.
Sin embargo, a este respecto, la prensa canaria del momento informa con todo lujo de detalles. Así consultado el periódico tinerfeño El Día, titula con grandes caracteres: “El Gobierno Cubano aprueba la Ley de Reforma Agraria, que prohíbe las grandes posesiones de tierras”. La medida establece un llamado Instituto de Reforma Agraria (INRA) y el máximo de tierras permisibles ha sido establecido en 30 caballerías, y aclara el rotativo que una caballería equivale a 13 hectáreas y media, excepto en tierras destinadas al azúcar, arroz o ganado.
Añade la referida noticia, procedente de EFE, que la ley aprobada también prevé que se incorporen al Instituto las organizaciones autónomas para estabilización y defensa de productos agrícolas. Y que los extranjeros poseedores de plantaciones de caña de azúcar habrán de vender sus posesiones en el término de un año, o sus propiedades quedarán expuestas a una expropiación. Se calcula que actualmente el 35 % de la producción azucarera cubana se halla controlada por estadounidenses. Entre los dirigentes norteamericanos de la industria azucarera reina la impresión de que las nuevas disposiciones afectaran la marcha del todo el mercado de la caña y desde luego nadie, ni los mismos cubanos, van a invertir ya ningún capital en las plantaciones de caña de azúcar. Respecto a la postura que adoptarán los intereses estadounidenses afectados, se tiene la impresión de que grandes empresas particulares no harán, por ahora, otra cosa que esperar la expiración del plazo fijado.
Para su aplicación surgirían reacciones de todo tipo por parte de los perjudicados.
El periódico tinerfeño, aludido, en amplia crónica desde La Habana firmada por Bienvenido Valencia, titula con amplios caracteres: "Fuerte reacción contra la Ley de Reforma Agraria en Cuba. Ningún extranjero, a partir de ahora, podrá tener bienes raíces en la Isla", y hace referencia a que: " por fin aparece promulgada la citada y revolucionaria ley que había sido aprobada el 17 de mayo pasado".
Desde el anuncio hasta su promulgación se sucedieron fuertes reacciones: La primera procedente de Norteamérica, donde afectaba a la cotización, como primer mercado importador, del azúcar cubano y, en consecuencia, las acciones de las principales compañías propietarias de plantaciones en Cuba bajaron algunas hasta el 30 %, como consecuencia del espíritu legislativo de la ley revolucionaria. Por otra parte la intención básica de la ley era conceder a todo trabajador campesino las tierras que trabajaban en cualquier concepto, como arrendatario, aparcero, bracero y otros, hasta un límite de cinco caballerías, acordado, con ciertas condescendencias.
Las medidas más trascendentales de orden económico y financiero, afectaron fundamentalmente a la provincia de Pinar del Río, donde resultaron afectadas más de 12000 familias. Es cierto que se les da una indemnización por valoración a la baja de las tierras confiscadas, y cuyo importe no se paga en el acto sino en contrato de "pago aplazado" que puede llegar a 30 años, con un interés que no pasará del 4% anual. Sin embargo, opina el cronista autor: "... los efectos de la ley son más trascendentales en el orden de la producción, pues si bien el primer ministro, Fidel Castro, ha ofrecido a los estados Unidos ocho millones de toneladas de azúcar al año a cuatro centavos de dólar la libra, equivalente a un 20 % de precio más bajo que la cotización actual. Los intereses norteamericanos en el azúcar dudan de la posibilidad de lograr esa enorme producción; casi un 60 % mayor que la producción del año en curso... Los hacendados propietarios de las fábricas refinadoras temen que si hubiesen de trabajar con la caña de azúcar elaborada por los nuevos propietarios de tierras repartidas la producción sería mucho más baja. De todas formas el Gobierno revolucionario ha querido prever toda contingencia y ha suspendido este reparto de tierras durante un año más".
Pero es esta ley de la Reforma Agraria una de las metas más importantes de la Revolución Cubana. Fidel Castro lo hace saber constantemente definiéndola como objetivo máximo del proceso emprendido; ganar esta importante reforma, dice, es “ganar la revolución” ha sentenciado. Hacendados, colonos y demás detentadores de tierras, agrupados en asociaciones se rebelan contra ella, obligando al líder cubana a remover los cargos y nombrar nuevos dirigentes entre combatientes de su plena confianza.
Fechado en la Habana, la Agencia EFE, las medidas que adopta el Gobierno se llevan a cabo, en algunos casos puntualmente, pues el mismo rotativo apunta que: "El Instituto de Reforma Agraria se ha incautado de 160 caballerías, equivalentes a unas 2120 hectáreas de una plantación de caña de azúcar por que sus propietarios, una organización llamado Figuereso S.A., han dejado de cultivarlas"
En el mismo rotativo, al día siguiente, se anuncia la confiscación de dos ranchos de propiedad norteamericana en Cuba y añade la noticia "exponiéndose con ello a perder la ayuda de los estados Unidos. Los dos ranchos en cuestión son uno de veinte mil acres propiedad de Lykes Brothers de Tampa, Florida y el otro de sesenta mil quinientos de Sumner Pingree de Hamilton Massachussets”.
Las Autoridades cubanas tomaron posesión del rancho de Pingree y notificaron al director del otro, que lo harían a primero de agosto. Ambas posesiones son las primeras de propiedad norteamericana afectadas por la masiva reforma agraria del Gobierno de Fidel Castro, y son mayores que las fincas de cubanos expropiadas hasta ahora. La compensación se sabe incierta y devengará sólo un 4% en la demora.
Coincidiendo con estos hechos se lee en el mismo número que: “en Washington el Senado aprobó por 59 votos a 32 suprimir toda ayuda a aquellos países que expropien bienes norteamericanos sin la debida compensación” (precedente claro de lo que será el bloqueo económico hacia la Isla que perdura hasta hoy)
Por otra parte el anuncio de estas expropiaciones coincide con informaciones, que señalan la presencia de soldados armados en edificios privados en Santiago de Cuba.
En efecto dicha Ley anuló el derecho de las compañías y de los ciudadanos extranjeros a poseer tierras en la Isla, exceptuando a aquellos que fueran pequeños agricultores. Si la tierra que cultivaba un campesino no pasaba de dos caballerías, la propiedad le sería entregada gratuitamente. Si cultivaba entre dos y cinco caballerías, a más de las dos gratuitas le serían ofertadas las restantes mediante compra a plazos.
Los propietarios de las tierras expropiadas recibirían indemnización mediante "bonos de la Reforma Agraria" amortizables durante veinte años. A las viudas y ancianos cuyos únicos ingresos eran las rentas de las tierras que cultivaban, se les abonaba en efectivo, mensualmente, una cantidad próxima a la renta que percibían anteriormente, y que se convertiría en vitalicia.
A pesar de su “bondad” la falta de viabilidad de esta Ley se hace patente en algunos lugares. En el periódico El Día, en noticia de la agencia EFE, se lee: "Las Asociación de Ganaderos cubanos rechazó la ley de Reforma Agraria, así como los planes revolucionarios proyectados para revitalizar la agricultura de la nación. El periódico "New York Times" llega a comparar la revolución cubana con la francesa. En crónica desde Washington, para dicho diario, que firma L Méndez Domínguez, se nos dice: Que el día 12 del corriente mes se reunirá en Santiago de Chile el Consejo de la Organización de Estados Americanos. El mandatario norteamericano Herter, ha confirmado su presencia al lado de los ministros de Negocios Extranjeros de las 21 repúblicas iberoamericanas. El objetivo es analizar la tensión política en el Caribe. Señala, además, el cronista que varias veces ha constituido motivos de honda preocupación para Washington.
En el día 21 de agosto en el mismo rotativo, aparece publicado que: "Cuba llevará la reforma agraria al seno de la ONU", según crónica especial desde Puerto Rico para la agencia Fiel, y al respecto se añade que el Gobierno revolucionario cubano está estudiando los temas que serán objeto de discusión cuando comience la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas, día 15 de septiembre próximo. Como misión más probable de la delegación de Cuba, será abordar el tema de la reforma agraria, en cuyo sentido la Asamblea General viene haciendo recomendaciones a todos los países desde el año 1950. También harán hincapié en la tesis de la intervención de organismos internacionales en aquellos gobiernos que en sus respectivos países violan las cartas y convenios internacionales al negarles a los pueblos el ejercicio de la democracia con violación también de los derechos humanos.
Con fecha 2 de septiembre, la citada agencia Fiel, desde Puerto Rico, en crónica de Willy Pardo para periódicos españoles, se lee, entre otras noticias: "los éxitos contrarrevolucionarios en Cuba, son debidos, sobre todo, al poder de los sectores agrarios de la propia Cuba, heridos en lo más vivo por las expropiaciones a granel decretadas por Fidel Castro. A esta enorme masa de afectados se unen, como es natural, los súbditos norteamericanos que han sido objeto de despojos semejantes en sus fincas azucareras, y a los que se ha prometido indemnizar con bonos estatales sin ningún valor. Toda esa masa, a su vez, recibe el empuje dinámico de los grupos políticos opositores cada vez más numerosos"
El sistema de pagos con bonos a veinte años, no hace ninguna gracia en Washington. Pero el "New York Times" insiste: "Cuba esta muy empeñada en una revolución social cuyos efectos pueden ser para la nación tan portentosos como el levantamiento que la Bastilla fue para Francia. ¿Cuáles son las repercusiones de estas medidas para Iberoamérica?
Paralelamente a la problemática que acompaña este periodo revolucionario el programa de Reforma Agraria ideado por su máximo líder, a pesar de las fuertes dificultades que ocasionan sectores interesados en el interior de Cuba, continúa en ascenso. En otro rotativos canario, Diario de Las Palmas, Gran Canaria, dos meses después, en amplia crónica enviada desde Puerto Rico, para la misma Agencia FIEL, firmada por Willy Pardo, titula: "Expropiaciones de propiedad norteamericana en Cuba por valor de unos mil millones de dólares". Recoge las palabras pronunciadas por Fidel Castro en sus frecuentes discursos a las masas cubanas, en las que se ratifica que tras el año de la Liberación, llega ahora 1960 el año de la Reforma Agraria. Hasta ahora, el valor de las propiedades yanquis, que se han visto afectadas por la Ley cubana de Reforma Agraria, se elevan (sic) a unos 300 millones de dólares solamente.
Sin embargo, la mayoría de las inversiones de capitales de los Estados Unidos, están en la agricultura y la ganadería. Concretamente uno de los renglones de mayor importancia lo constituyen las enormes plantaciones de caña de azúcar y las instalaciones industriales para su transformación posterior. Hasta ahora estas plantaciones habían sido relativamente respetadas, pero se cree, añade el corresponsal, que la expropiación se realizará a fondo inmediatamente después de la recogida de la actual cosecha. Una de las causas de grave fricción entre los Gobiernos de La Habana y de Washington han sido las expropiaciones ya decretadas. Ahora bien como decía un portavoz de la Embajada de los Estados Unidos en la capital cubana las protestas más enérgicas han sido presentadas contra la Ley de Reforma Agraria ya que el Gobierno norteamericano reconoce este derecho al Gobierno de cualquier otro país siempre cuando se ha haga respetando a los ciudadanos y garantizada una compensación económica adecuada. La agravación de esta situación, lo que ya se espera, sería probablemente el argumento que rompiera definitivamente las reservas de ciertos sectores del Congreso de Washington a disminuir la cuota azucarera que se le compra a Cuba, y que deberá ser revisada en este año, ya que la Ley que las regula termina su vigencia en 1960.
Por todo ello, concluye el cronista de FIEL, "hay que pensar en que Fidel Castro esta haciendo un juego excesivamente peligroso y alocado para su país", aspecto que confirma otra noticia, aparecida en otra apartado del mismo número, que comentamos, donde se lee una orden de Fidel Castro que dice: "Los extranjeros que lleven viviendo en Cuba más de dos años, deben abandonar el país en el plazo de tres meses, a no ser que sean solventes jurídica y económicamente".
Sin embargo, el acercamiento al bloque comunista se consolida definitivamente. Será la URSS, la principal compradora del azúcar cubano.
La agencia EFE, desde La Habana anuncia la llegada del viceministro soviético, Anastas Mikoyan, que ha de inaugurar oficialmente la Exposición rusa, que durará 21 días, en la capital cubana. Dicha exposición, según manifestación de los propios promotores soviéticos, no tiene un objetivo netamente comercial, sino que aspira a mejorar la comprensión entre los pueblos ruso y cubano.
En páginas preferentes en el mismo número aparece en grandes titulares que "Mikoyan y Fidel Castro, realizan una gira en helicóptero por el interior de Cuba", comenzando por la comarca de Pinar del Río durante la que visitará diversos centros pesqueros y cooperativas agrícolas en diferentes provincias.
En crónica enviada por la agencia FIEL, para diferentes medios, se nos informa que la producción de azúcar en Cuba, ocupa el décimo-quinto lugar por extensión cultivada, con predominio en el Mundo, por que las cañas crecen hasta diez veces, después de haber sido cortadas. Ello implica que Cuba domine el mercado mundial por su enorme producción bruta, de más de seis millones de toneladas al año, pero los productores cubanos se han dormido sobre la bondad de este suelo, cuya fertilidad hace crecer las cañas ya cortadas, varias veces sin necesidad de volver a sembrar. Pero ha llegado la hora de que los colones despierten, dice el cronista de FIEL, Luis Carballo, y cobren por el azúcar que conducen al ingenio y no por el peso de la caña, obligándoles a la obtención de un mejor rendimiento consecuencia lógica de un mejor cultivo y una mejor y más conveniente selección de variedades.
Pero otro problema lo constituye el ahora desanimado mercado tradicional.
A principios de 1961 la grave escasez de cortadores de caña para la cosecha del momento, amenaza con provocar una fuerte crisis en este sector tan fundamental para la economía de la isla. En la prensa que controla el Gobierno cubano se reconoce que en algunas plantaciones se carece de mano de obra suficiente y, por tanto, considera necesario buscar soluciones. Se acudirá a la ayuda de mujeres y niños para que recojan el producto cortado, y se recurrirá igualmente a los funcionarios públicos, jóvenes, oficinistas y soldados que se han prestado voluntariamente a cortar las cañas durante los fines de semana.
Pasada la etapa crítica para el proceso revolucionario que significó la frustrada invasión de Playa Girón, la política agraria ideada por el castrismo, toma nuevos y relevantes giros.
La prensa sigue esta situación económica en Cuba y, en noticia de EFE, fechada en La Habana a 18 de mayo de 1961, Castro, que habla desde Rancho Boyeros en las proximidades de la capital cubana, "ofrece cambiar los prisioneros capturados en la reciente infiltración por Bahía de Cochinos, por tractores agrícolas o bulldozers". Dijo, además, que: "algunas familias adineradas querían ofrecer un tractor a cambio de su hijo", pero agregó que él no deseaba intercambios individuales sino en bloque. Advirtió que algunos prisioneros considerados como criminales no entrarán en el cambio. En el mismo discurso, ante una exposición agrícola en la que se exhiben tractores soviéticos checos y rumanos, Fidel Castro arremetió contra los especuladores agrícolas que entorpecen la producción cubana. Y así leemos en el rotativo gran canario Diario de Las Palmas: "El fidelismo se ha incautado sin compensaciones, de tres millones y medio de acres de ingenios azucareros de propiedad particular y que en dos años, más de la mitad de la propiedad norteamericana ha pasado a manos del régimen cubano".
Días después en otra gran concentración de fidelidad al jefe cubano, celebrada en La Habana, unos cinco mil estudiantes y miembros de las milicias conmemoraron la concesión del premio "Lenin" al Jefe del Gobierno cubano, Fidel Castro. Con dicho motivo se volvió a repetir la oferta de cambiar prisioneros por herramienta agrícola de tipo pesado y con variada dotación de piezas de repuesto. El mismo Fidel Castro prometió que los prisioneros menos importantes serán entregados en cuanto lleguen los primeros tractores. "Los más importantes, añadió, sólo se devolverán cuando recibamos el último lote de tractores.
Por estas manifestaciones el periódico "Correo de la Tarde" de Buenos Aires, considera a Fidel Castro como "símbolo rojo del retroceso del mundo".
Sin embargo, todos estos proyectos fidelistas se vienen abajo dos días después en que la prensa anuncia que el jefe cubano ha rechazado las negociaciones para intercambiar tractores norteamericanos por rebeldes cubanos, ante la petición de redención de los mismos por las autoridades de los Estados Unidos. Declaró que "el generoso gesto cubano para obtener reparaciones a los daños causados por el intento de invasión, no debe ser confundido con un intercambio de prisioneros". Añadió el líder cubano que: "la señora Roosevelt y el grupo de prominentes norteamericanos que están recaudando fondos para la adquisición de tractores, serían bien recibidos en Cuba".
Para dar las máximas facilidades al pretendido proyecto de intercambios, Castro aprueba la visita a Cuba de una comisión norteamericana para estudiar la situación en lo más cercano posible. Si bien en el telegrama enviado a la "comisión de tractores" en Detroit reitera que el gobierno no permitirá que la comisión técnica decida que tipo de tractores debe recibir Cuba en concepto de "indemnización" por la abortada invasión del pasado diecisiete de abril, según noticias trasmitidas por una emisora fidelista desde Cuba.
Poco más tarde el dirigente cubano hace fracasar las negociaciones para el intercambio de prisioneros por material agrícola, pues cambia continuamente las condiciones de la oferta para impedir el acuerdo definitivo. En noticias recogidas por la agencia EFE, desde Detroit, a fecha 24 de junio, se lee que "la comisión creada para dicho intercambio de ha disuelto, momentáneamente, debido a la actitud de Castro, que hace lo imposible para llevar a cabo los fines humanitarios". El representante de la fábrica añadió que "lamenta que Castro haya decidido renegar de su oferta, pues todo el mundo sabe que la propuesta de intercambio partió del propio mandatario cubano" y toda vez que niega a los propios agricultores cubanos la maquinaria que con tanta necesidad requieren para obtener la producción alimenticia.
También es cierto que la actitud arrogante de Castro obedece a la firmeza de la ayuda militar que le prestan sus amigos comunistas de la Europa Oriental, toda vez que en declaraciones efectuadas el día precedente a través de una emisora cubana captada en Miami, declaró que: " sólo el temor a los proyectiles soviéticos impide que la infantería de Marina norteamericana vuelva a atacar a Cuba desde la base naval de los Estados Unidos en Guantánamo". En dicho programa de radio para los cubanos titulado "Conquistadores", no hizo mención alguna de las negociaciones con Norteamérica para el intercambio de "tractores por prisioneros", que expira hoy viernes. Los observadores creen que el Jefe del Gobierno cubano desea elevar la oferta, antes de que expire el plazo.
Los pretendidos resultados positivos que los funcionarios de agricultura cubanos pretendieron con la referida Ley de Reforma Agraria, no lo son, a juicio de otros observadores y conocedores de la misma materia, desde estas islas.
El periódico aludido de Gran Canaria, Diario de Las Palmas en un artículo de opinión que firma M.J.M. titulado La agricultura en Cuba, contiene la suficiente aproximación al problema agrícola cubano, desde el punto de vista del autor, quien entre otras cosas dice: "en los últimos días hemos leído una serie de folletos editados por el Gobierno cubano en los cuales no explica en que consiste la reforma agraria en aquella querida isla. En teoría todo parece magnífico y justo, pero ocurre que desde la publicación de dicho cúmulo propagandístico hasta el momento actual, las cosas han cambiado radicalmente y lo que en principio eran reivindicaciones necesarias y hasta humanas de han tergiversado de tal forma que ya nada de lo prometido se ha llevado a la práctica”. Añade el citado cronista que: La tragedia de la agricultura cubana es su exagerada dependencia de un monocultivo: el azúcar, que representa mas del ochenta por ciento de la totalidad de las exportaciones. Como hemos dicho el programa de reforma agraria que perseguía un fin justo se ha convertido el sumamente injusto por la forma de llevarlo a la práctica. Nos pareció excelente la idea de acabar con los crónicos latifundios y no permitir que nadie tuviera fincas mayores de cuatrocientas hectáreas, así como el establecimiento de un mínimo "vital" de 27 hectáreas para cada familia campesina.
Pero una cosa es lo escrito y otra muy distinta la realidad, puesto que el contenido de esta la ley fundamental de la República, declarada en Sierra Maestra a 6 de mayo de 1950, ha quedado en papel mojado, pues apenas se han otorgado unos mil quinientos títulos de nuevas propiedades a campesinos que lo la tenían”. Insiste el mismo columnista, textualmente, que: “Las tierras expropiadas han ido a parar, en su mayoría, al Instituto Nacional de Reforma Agraria, creándose para su explotación una serie de cooperativas, pero con la particularidad de que son muy similares a las granjas rusas donde nadie es dueño de nada y donde se precisa una autorización especial para plantar una mata de tabaco y donde lo que se cosecha es adquirido íntegramente por el citado Instituto que impone el precio de compra y donde hasta las tiendas que suministran los aperos son también propiedad de aquel poderoso organismo”.
La industria azucarera tradicional cubana ha pasado a manos del aparato burocrático estatal hasta la fecha presente.
En consecuencia se constata que: en la primera década del proceso revolucionario cubano, la industria azucarera tuvo altibajos ocasionados por la negativa norteamericana, tradicional cliente, a comprar el producto. A esto se añade el bloqueo económico posterior impuesto que siguió a la primera medida del presidente Eisenhower.
En estos primeros años surge en toda Cuba una enorme sequía (1961-1962), que junto al ciclón Flora (1963), fueron factores que afectaron gravemente los cañaverales y consiguientes cosechas. Fue necesario reconsiderar la política de diversificación agrícola, tanto más por cuánto la reducción de la superficie de fincas azucareras, por pésima actuación revolucionaria con este tradicional factor de producción, que de 6,8 millones de toneladas en 1961, se redujo a 3,8 millones en 1963-64.
Los acuerdos con la URSS, firmados el 21 de enero de 1964, aportan a Cuba dos ventajas fundamentales: la planificación de las ventas de azúcar a aquel enorme país, hasta 1970, y la estabilización del precio a 6,11 centavos (libra inglesa), para este periodo Ahora bien, por la falta de planificación acertada en Cuba y también debido a la creciente producción y exportación de azúcar cubano (unido a la expansión de las exportaciones de la América Latina), el precio mundial del azúcar había descendido a 1,86 centavos la libra en el bienio 1964-66, superado posteriormente como queda dicho.
Otros acuerdos con China en 1970, permite al país tropical la exportación de un millón de toneladas de azúcar al año con intercambio comercial de carácter general.
A toda esta planificación revolucionaria contribuye la mecanización de los cultivos azucareros. Desde 1966, próximo al 70%, por primera vez la caña será cortada y transportada mecánicamente. Se lleva a cabo destacado proceso inversor para renovación de material, extensión de centrales, empleo de abonos químicos, ampliación de tierras de regadío y construcción de nuevas carreteras.
Todo este esfuerzo conduce a la planificación con un objetivo fundamental: la producción de 10 millones de toneladas para 1970, la llamada Gran Zafra, para abastecer la creciente demanda en los mercados comunistas. No se conseguirá dicho objetivo pero sí una cosecha de 8,5 millones considerada cifra record en la historia de Cuba. Se intentó nuevamente en 1972, sin el resultado apetecido a pesar de la aplicación de un nuevo sistema para recolección: la quema de caña para facilitar el corte y economizar la mano de obra.
Durante toda la década de los años 70, del pasado siglo, se produce para la Isla una enorme recuperación económica (por la ayuda de dos grandes países comunistas: URSS y China), que fueron posiblemente los mayores logros económicos revolucionarios, aunque con un enorme endeudamiento con aquellos países clientes especialmente con la URSS.
Sin embargo, la concentración en la exportación de azúcar se mantuvo igual, mientras que la dependencia del comercio, el capital y el abastecimiento petrolífero soviético se acrecentaron notablemente.
Durante toda la década de 1980, a pesar del gran endeudamiento que tuvo que renegociar, Cuba estuvo en gran medida protegida de la severa crisis económica sufrida por toda la América Latina gracias a los créditos, préstamos, ayuda y protección de la Unión Soviética, con el aval del azúcar cubano exportado.
Con la caída del bloque soviético, al cesar las fundamentales ayudas de Rusia, Fidel Castro y su revolución hubieran de cambiar de estrategia en la década de los años 90.
En esta etapa se produce para Cuba una severa crisis económica, la peor bajo la Revolución, a la disminución constante del mercado soviético y chino se une la caída en la producción azucarera que para 1993 fue la más baja en los 30 años anteriores. Al año siguiente se llevaron a cabo medidas restrictivas de carácter económico, el llamado Período Especial, que prácticamente perdura, motivado por el proceso político que tuvo lugar en el tradicional amigo, la actual Rusia, que cesó en la adquisición del producto estrella cubano: el azúcar.
Pero las circunstancias político-económicas para Cuba se agravan cada vez más según leemos en noticias, relativamente recientes, en agencias de solvencia como es REUTERS:
Castro planea primera compra de azúcar a EEUU en la historia de la isla.
LA HABANA Nov. 6, 2003 (Reuters) - Cuba, una vez el mayor productor azucarero del mundo, planea comprar azúcar a Estados Unidos para el consumo en la isla, informaron el miércoles fuentes oficiales.
El presidente de la empresa importadora de alimentos Alimport, Pedro Álvarez, dijo que espera concretar la primera compra de azúcar estadounidense en el transcurso de la Feria Internacional de La Habana esta semana.
"Hay una compañía interesada en vender azúcar y nosotros interesados en comprar. Es probable que se materialice en la feria," dijo Álvarez a Reuters.
La operación depende de las cuotas de exportación de azúcar en Estados Unidos, dijo una fuente empresarial.
"Por nuestra parte no hay ninguna objeción en materializarlo," dijo Álvarez. "Si los productores norteamericanos nos quieren vender azúcar y el precio es bueno, por qué no podemos comprarlo," dijo.
"Es un país cercano. Es un país de amigos. Estamos de acuerdo en comprarlo," agregó. "Sería una compra histórica."
Antes del socialismo Cuba era el primer productor de azúcar en el mundo, hoy es el octavo en el mundo. Pero, debido a la sostenida caída en la producción desde el cambio social económico de la isla, que obligó a reestructurar la industria el año pasado, Cuba debe importar azúcar para el mercado doméstico a fin de cumplir con sus contratos de venta en el exterior.
Cuba le ha comprado azúcar a Brasil, que desplazó a Cuba como mayor productor mundial en la primera mitad del siglo pasado.
Cuba se convirtió en mayor productor mundial después de la revolución en Haití en 1791. La mayor parte de la producción cubana se vendía a Estados Unidos hasta que la revolución socialista en 1959 intervino todas las propiedades y medios de producción, Washington impuso un embargo comercial a la isla luego de la confiscación de propiedades norteamericanas, entre ellas numerosos ingenios azucareros.
Las ventas a Cuba de productos agrícolas estadounidenses fueron permitidas en el 2000 por una enmienda al embargo. Más de 71 empresas de Estados Unidos participaron en la feria de La Habana.
http://www.reuters.com/locales/newsArticle.jsp?type=businessNews&locale=es_LT&storyID=3764259
Sin otro comentario por parte de este investigador histórico y periodista.