PERIODISMO HISTÓRICO
INMIGRACIÓN DESAFORADA EN PERJUICIO DE TODOS.
Por Miguel Leal Cruz*
A la continua afluencia de inmigración africana -y de diversos lugares
del planeta- a este geográficamente pequeño territorio ya de por sí
preocupante, se suma otro más que surge como consecuencia de la misma:
La utilización de las Islas, próximas al mundo islámico, como
plataforma de grupos terroristas con alcance internacional.
La detención en Lanzarote, hace unos días, de radicales islamistas,
entre ellos el máximo responsable de Al Qaeda para Europa y coautor de
los atentados del 11 de marzo pasado en Madrid, ha generado dicha
preocupación añadida entre los canarios que ya sufren la inmigración y
sus consecuencias de por sí sumamente perjudiciales.
Un supuesto acto terrorista no es previsible en un territorio como el
nuestro (por su propia dispersión), pero, efectivamente, si ello
ocurriera, el frenazo de la demanda turística, como motor fundamental
todavía, dará lugar a la consiguiente caída económica que se sumará a
la incidental.
Y claro, ambos problemas se harán más graves a medio plazo para la
mayoría de canarios y residentes afincados, incluidos los propios
españoles peninsulares, toda vez que las infraestructuras, algunas
limitadas como el territorio, habrán de ser compartidas con esta nueva
población no canaria y de mayoría foránea.
Desde la Sanidad o Educación con variopinta demanda étnica (o racial),
hasta los servicios más elementales como recogida y eliminación de los
residuos sólidos generados, los mayores del país por habitante, habrán
de ser incrementados con grave perjuicio para la hacienda canaria
autonómica o municipal.
Las grandes empresas casi todas foráneas, con sus propios empleados y domiciliadas en la España continental, pagan los impuestos más
importantes en el domicilio social, que no es Canarias en la que sólo
ingresan los municipales y poco más. Ni siguiera algunos de los
vehículos.
Se habrá de competir por la vivienda cuya oferta, incluso la social
versus demanda, es cada vez menor. Pero como quiera que no se podrá
circular por las calles que rodean nuestros domicilios y menos aún
estacionar, cuya dificultad llega a ser preocupante incluso en fines
de semana, las nuevas generaciones que decidan comprar un piso, si sus
escasos emolumentos retributivos lo permiten, se encontrarán con este
factor añadido. Es claro que redunda en detrimento de un pretendido
nivel de vida europeo del que se alardea.
En un debate televisivo, se dijo hace más de tres años, que era
necesaria la aportación de inmigrantes que complementen el déficit
laboral de nuestra economía canaria hasta ahora en constante
expansión, a pesar de la moratoria. Sí, pero con ciertos requisitos y
con un control exhaustivo de legalidad (sobre todo sanitario) que
ahora no se lleva.
Pero la idea nacionalista canaria cuya proyección cultural y política
persiste a pesar de todo, aflora en nuestros días por tales problemas,
sobre todo por dicha inmigración desaforada. Se trata de aportar un
programa básico de iniciativas políticas que nos identifique con lo
conveniente para los que aquí habitan y que sea concordante con
nuestra ancestral idiosincracia. Ha de ser respetuoso con la historia
y con la pluralidad de orígenes culturales diversos, incluidos los
hispanos, para constituir aquella actuación conjunta que ahora
pretendemos llamar neo-criollismo.
Consolidación de nuestro territorio canario y delimitación clara con
aguas marroquíes; acuerdos consensuados con el Estado español para
aspectos que nos afecten directamente, en especial competencias en
asuntos exteriores, demografía, régimen del suelo, costas, fronteras,
puertos, aeropuertos y policía. Una hacienda canaria encaminada a
controlar capitales, que impida el desajuste entre recaudación y
aportaciones estatales; control de recursos naturales, energéticos,
telecomunicaciones y otros. Todo ello encaminado a la consolidación de
una política de desarrollo sostenible. Seguridad, Justicia y leyes
canarias, especialmente la frustrada Ley electoral, constituyen
reivindicaciones dentro de la más elemental lógica y sentido común,
tan antiguas como la misma historia de las sociedades humanas desde su
gestación más primitiva. (Para estas fechas el llamado Comité de
Expertos concluye la propuesta de reforma (3ª) del nuevo Estatuto de
Canarias, si bien se duda que alcance objetivos mínimos).
Todo esto parece una exageración, pero conviene reflexionar a tiempo,
limitando la inmigración (al igual que en Luxemburgo, Malta o Mónaco,
también miembros de la UE), distribuyendo racionalmente nuestros
recursos limitados, controlando la riqueza y el bienestar que generan
las islas de forma más lógica para evitar posibilidades
insurreccionales.
Por que, ¡cuidado!: El canario de a pie no está contento. Unos
quinientos mil bordean la pobreza, unos trescientos mil van escapando
regularmente bien, ¿otros?, se ignora, y el resto, la burguesía
canaria y la foránea capitalista, son los que "cortan el bacalao" de
forma despreocupada como si esto aquí fuera Jauja (territorio mítico
en el alto Perú).
Conocen, asimismo, que la tasa de paro cuesta a esta Comunidad
aproximadamente 50 mil millones de las antiguas pesetas en concepto
cobertura para mantenimiento del desempleo a más de cien mil canarios,
mientras en islas como Fuerteventura y Lanzarote los empleos los
ocupan foráneos en proporciones superiores al 60 por ciento.
Pero, ¿se conoce lo que cuesta al Gobierno de Canarias mantener
sanidad e infraestructuras para esos foráneos, mientras que el billón
quinientas mil millones generados por el turismo se "fugan" de estas
islas por "arte de magia”?; Que la masiva afluencia de bancos se debe
a que sólo por los coeficientes de caja, obtenidos por venta de
divisas, "embolsillan" más de 25 mil millones de pesetas, que
también "embarcan" fuera de las islas. No vamos a seguir si ya esto se
supone lo conocen los canarios. Ahora con caída de la inversión
¿quiénes serán ganadores y quiénes perdedores? ¿Pero y si la economía
decae de forma global, qué?
Las gentes canarias, o aquellas afincadas con derechos adquiridos,
conocen que mientras nuestra economía crecía, la tasa de paro sigue
aumentando hasta ser la más alta del Estado.
En contrapartida, ¿qué ocurre en el país vasco, por ejemplo, con su
polémico Plan Ibarretxe? A pesar de disponer de una de las mejores y
más saneadas economías de España que le permite disfrutar de un alto
nivel de vida, tendrá, no obstante, un descenso de 24.415 habitantes
para el 2005, que ya es milagroso. Y "el mago canario" se pregunta: O
esos vascos son muy listos y no necesitan mano de obra extra para sus
flamantes industrias o el canario sigue con el aplatanamiento
tradicional, hasta que su temperamento, bastante estudiado, explote el
día menos pensado para caer en el lamento, “el llanto y el crujir de
dientes bíblico”. Habrá que tomar nota desde ahora de la manifestación
por Vilaflor entre otras.
Pero es más, los vascos mantienen una variada industria en alza
constante. Nosotros, por el contrario, sólo disponemos del turismo, en
clara decadencia, y algunas pequeñas actividades entre ellas por
ejemplo la que produce "piedras del Teide, cazadillas herreñas o
chocolates Tolerone". No es broma que ya que hemos abandonado la
azucarera, pesquera y tabaquera tradicional, a más de vinícola, por
citar algunas. Aunque, reflexionamos: ¿A quién le interesa que esta
coyuntura inestable permanezca? Este es el quid de la cuestión. Lo
expuesto es mera opinión pero con datos contrastados. ¿Pero qué nos
deparará el 2006 con la pérdida de ayudas comunitarias?
*Publicado El Mundo-La Gaceta de Canarias, 3 de enero de 2005