TURISMO Y MEDIO AMBIENTE
* Por Miguel Leal Cruz
La Laguna de Tenerife a 2 de julio de 2005
1) Introducción
La relación entre en hombre y el agua es en cierto modo un permanente
antagonismo para mejorar las disposiciones que le ofrece la
Naturaleza, a veces limitadas o inseguras, para las necesidades
humanas en creciente y constante demanda en cualquier tiempo. Al
principio se hacia uso del agua allí donde se hallaba o para ser
trasladada posteriormente hasta los lugares de asentamiento humano.
Sin embargo, hoy, al ser un bien público y relativamente abundante, se
abusa e incluso se despilfarra o se contamina imprudentemente, dando
lugar a que en algunas sociedades resulte escasa en estos momentos y
cada vez con mayor déficit, según zonas.
El agua como recurso fundamental en toda sociedad organizada, incluso
desde épocas muy alejadas cronológicamente, por su misma escasez
constituye aún mayor problema en nuestro Archipiélago, especialmente
en estas dos islas Orientales próximas al continente africano y casi
colindante con el mayor desierto del mundo: El Sahara (otrora, sin
embargo, gran vergel como demuestran los estudios "polinológicos" en
semillas de polen fósil en suelo sahariano). Asimismo, Lanzarote aún
conserva lechos de antiguos barrancos que transportaban enorme caudal
de agua procedente de lluvias y similares a los que se hallan en suelo
norte africano.
Como quiera que el agua, fundamentalmente, se origina por la descarga
pluvial de borrascas localizadas sobre las islas en bajas barométricas
y del grado de captación de los subsuelos para almacenarla, esta
premisa queda parcialmente modificada por un tercer factor sumamente
importante cual es la influencia del casi permanente anticiclón de las
Azores.
Éste aporta aire humidificado por su gestación en las frías aguas del
Atlántico Norte (incluso en proximidades polares), que dan lugar a que
el clima canario, en general, haya sido calificado desde épocas
pretéritas "como clima primaveral permanente" o "el clima mejor del
Mundo", tópico acuñado por el viajero alemán Alejandro von Humboldt en
uno de sus periplos, en el siglo XVIII, hacia América con escala en
nuestras islas . Sin embargo, a pesar de las precipitaciones que
origina este anticiclón en combinación con bajas barométricas del
Atlántico, algunas tormentosas y de inusual intensidad, la mayor parte
de las zonas situadas al sur del Archipiélago se hallan marcadas por
su gran aridez. Este deterioro "in crescendo" como consecuencia no
sólo de la falta de lluvias sino por factores humanos derivados del
progreso, afecta a las estructuras productivas, en especial agrícolas
(y en algún momento turísticas), con singular incidencia en esta Isla
de Lanzarote (con su hermana próxima de Fuerteventura)
Pero existen otros factores más específicos que también influyentes en
el clima que se genera y base fundamental para la obtención del
necesario recurso, diferenciado en cada una de las islas por que
también son diferentes en su orografía o distancia hasta nuestra
África próxima.
Quizás el factor más conocido es el hecho de que sobre las islas se
encuentra el área de acción del mencionado Anticiclón de las Azores
que facilita la llegada constante, salvas contadas excepciones, de los
vientos dominantes del noreste, los llamados "alisios", cuyo rasgo
fundamental es su división en dos capas superpuestas (con direcciones
encontradas según la altitud, pero en Lanzarote y Fuerteventura sólo
una), y factor básico y esencial que define nuestro clima con carácter
general.
No obstante, la disposición orográfica de las islas occidentales y de
Gran Canaria, por su altitud, genera una barrera que dificulta la
circulación de estos vientos y provoca el ascenso del aire de la capa
inferior (fresca y húmeda) que se ve frenado por la capa superior
(aire cálido y seco) dando lugar al conocido "mar de nubes". Estos
fenómenos aportan humedad en las zonas dirigidas al norte, mientras
aparecen despejadas las cumbres y las laderas situadas a sotavento.
Sin embargo, las islas de menor orografía como es Lanzarote muestra un
mayor grado de aridez con paisaje casi desértico derivado de su poca
altitud geográfica que sólo permite circular una sola corriente de
aire.
Es importante analizar otros factores climáticos, que interfieren con
el anticiclón, casi permanente, pero que favorecen el régimen de
lluvias que apenas produce aquel. Nos referimos al conjunto de masas
de aire procedentes del Atlántico sur, entre noviembre y marzo, que
producen las borrascas y a veces, con origen polar, la famosa "gota
fría" (cuando las bajas presiones se estabilizan verticalmente sobre
las islas), produciendo grandes y beneficiosas lluvias, que jamás
proporciona el alisio (pero sí nuestro peculiar clima por la corriente
de aire anticiclónico).
La proximidad a la costa africana determina otro factor climático por
la llegada con cierta frecuencia de aire sahariano (el llamado
Siroco), que produce fuertes temperaturas y descenso de la humedad
atmosférica y la pérdida de la visibilidad por la existencia del polvo
en suspensión (calima). Viento este que se enfrenta al dominante por
espacio de tiempo relativamente corto (dos-tres días) pero que
últimamente por condiciones climáticas adversas se hacen más
frecuentes y perjudiciales para nuestra industria turística,
repitiéndose varias veces al año.
En Lanzarote estas condiciones se hacen aún más adversas por la
cercanía a la vecina África. Motiva frecuente llegada del aire
caliente y seco, que, a veces obstaculiza el régimen reinante de los
alisios, para darse la circunstancia que mientras en La Palma existen
temperaturas suaves, por las mismas fechas, en Lanzarote pueden subir,
bruscamente, hasta 40º C, para descender en horas nocturnas, por
influencia precisamente del clima continental sahariano próximo cuya
temperatura baja paulatinamente tras la puesta del sol y que repercute
en la isla situada apenas a cien kilómetros.
Pero es precisamente estas condiciones climáticas (y geográficas) las
que propician el factor económico primordial o "turístico" que para
Lanzarote se inicia en los años 80 del pasado siglo tras el éxito
obtenido en zonas determinadas de Gran Canaria y Tenerife desde los
años 60.
La fuerte presencia de la industria turística, sobre la que gira más
del 80 por ciento de la actividad económica, incluido el empleo, ha
transformado radicalmente las estructuras económicas y sociales
(también culturales) así como las formas de ocupación del territorio,
que se detrae de la agricultura, con deterioro del propio medio
ambiente. Por tanto también factores básicos y tradicionales quedan
alterados .
Y es obvio que para satisfacer la continua demanda de agua que genera
dicho importante factor económico en la Isla, y por su misma carencia
del recurso fundamental cual es el agua se habría que recurrir a la
desalación de agua marina por medio de sofisticados procesos técnicos
ya ampliamente utilizados en otras zonas semidesérticas del mundo como
es el caso de Israel.
El enfrentamiento o complementariedad entre ambos factores de
producción en Lanzarote: Agua y Turismo, constituyen la teoría que
pretendemos desarrollar en la presente comunicación.
De todas formas ambos factores concatenados influyen a su vez en otros
como puede ser el impacto turístico en el crecimiento de la población
en la isla, incidencia claramente constatada en los últimos quince-
veinte años en que tiene lugar el trasvase del sector agrario al
terciario que demanda el turístico y cuyo proceso ha sido paralelo a
la integración de Canarias en la Comunidad Económica Europea, hoy
Unión Europea.
Esta cuestión ha sido analizada en otras ponencias de estas Jornadas
de Estudio para Lanzarote y Fuerteventura.
2) Etapa agrícola y pre-turismo masivo (1950-1975)
El agua como uso agrícola, pesquero y doméstico.
Entre los componentes de la llamada "forma territorial", para
Lanzarote constituidos por la explotación agraria, trasvase
poblacional, industria tradicional pesquera, inmigración española a
partir de 1975 desde la ex colonia sahariana o turística posterior,
figura con carácter fundamental el agua versus las consecuencias que
implican aquel formato.
Pocas sociedades del mundo han buscado el agua perforando la tierra en
todas direcciones, tanto horizontal (galerías) como vertical (pozos),
como la que se ha llevado a cabo en estas islas desde hace unos dos
siglos.
En Lanzarote (y Fuerteventura), con sus seculares sequías, la búsqueda
(de la solución) ha sido aún más intensa que las demás Islas. Sus
habitantes han tenido siempre que embalsar y economizar el agua, para
lo que construían estanques, aljibes, gavias, bebederos, maretas,
bancales y toda suerte de fórmulas para su localización y
conservación, incluidas las precisas para rendimiento agrícola en
suelo seco y poco propicio.
La agricultura, como actividad más antigua, también lo ha sido y es
importante para Lanzarote, especialmente en la etapa que llamamos pre-
turística masiva. Forma un todo inseparable con su elemento
complementario que es el agua y su aprovechamiento hasta extremos
impensados en países húmedos. Desde tiempos remotos los agricultores
de las zonas áridas del planeta han cubierto los suelos con fragmentos
de rocas
para conservar el agua (o la humedad que genera) en el suelo a
utilizar.
La capa de material, que puede ser orgánico o inorgánico, utilizado
para cubrir determinados suelos tiene como finalidad el aislamiento
térmico e hidráulico en la zona subterránea y cultivable de los mismos
Según datos obtenidos en la Universidad de La Laguna, en documentación
que avala Antonio José Moreno Checa, sobre "modelado numérico y
experimental de fenómenos de transporte en medios naturales", base de
su tesis doctoral, La Laguna mayo 2003, a estos materiales se les
llama desde el punto de vista científico "mulch". En esta isla de
Lanzarote con escasa pluviometría, actualmente inferior a 150
milímetros (si bien en épocas pretéritas fue mucho mayor), se ha
desarrollado (al menos desde el siglo XVIII, según constancia
documental) la práctica agrícola conocida como "arenado" o "enarenado"
(mulch, citado), basado en la utilización de piroplastos basálticos
(de menudo tamaño, llamados también picón o granzón en La Palma) en la
superficie del suelo agrícola que ha permitido, y permite, la
aplicación en una agricultura de secano que resultaría imposible sin
este "agrosistema" tradicional.
El Departamento de Edafología y Geología de la Universidad de La
Laguna investiga desde hace años la metodología utilizada (o a
utilizar) en estos sistemas, tanto en parcelas naturales como
artificiales.
Conservar el agua del suelo procedente de lluvia o escorrentía (o
artificial) así como la temperatura y humedad, es de suma importancia
para el agricultor y el rendimiento productivo a obtener, pero que,
además, reduce los procesos de erosión y rehabilita suelos salinos-
sódicos, tan frecuentes en esta isla de proceso y formación volcánica
(algunos relativamente frecuentes). Es de añadir que su climatología
es subtropical con humedad relativa que puede exceder una media del 70
por ciento diario y por tanto cuánto más sea el espesor del enarenado,
normalmente de 3 a 6 o más centímetros, la conservación de la humedad
del suelo será mayor. Estudios realizados y experimentos prácticos de
campo han demostrado que el espesor óptimo del mulch para la
conservación de agua en el suelo para lugares determinados de
Lanzarote debe ser en torno a 10 cm. de espesor y con mejor resultado
con grava volcánica fina más que gruesa.
Por que según informe del MOPU (antiguo Ministerio de Obras Públicas y
Urbanismo) , el agua en Lanzarote (y en Fuerteventura), depositadas en
el subsuelo presenta valores muy altos de contenido en cloro debido al
aporte directo por el agua de filtración marina a través de su
peculiar suelo calcáreo (o volcánico).
El problema queda agravado (al igual que en otras islas) por la
excesiva extracción, llegándose a valores superiores a 5 gramos de ión
de cloruro.
En el macizo de Famara, donde se hallan los únicos nacientes de agua
de la isla, se han detectado valores superiores al gramo de cloro por
litro en la mayor parte de los afloramientos existentes.
A la invasión marina a través del subsuelo se ha de añadir la
contaminación volcánica por aporte de gases (también subterráneos)
procedentes de emanaciones volcánicas del Timanfaya, cuyo testimonio
queda allí y es patente (para regocijo de miles de turistas), aún tras
el cese de la actividad volcánica magmática, incluso una vez
parcialmente enfriada.
Además, los pozos (los nacientes de Famara con un caudal acuífero poco
apreciable) que apenas ha variado su número en los últimos años (por
su exigua producción, reducida a un 50 por ciento), son de poca
profundidad debido a la misma orografía de la isla, Sin embargo, en
las de La Palma y Tenerife hay pozos que superan los 400 metros
verticales de profundidad.
Evidentemente el déficit de agua en Lanzarote, hoy emporio turístico,
se compensa con plantas de tratamiento del agua del mar que, ya en
1985, suponía un volumen de 1,8 hm3 en un solo año.
La isla tenía en 1965 una débil infraestructura hidráulica y dependía
de los citados nacientes en forma de galerías en el referido macizo
situado al norte con el caudal reducido y muy salobre como se ha
dicho, que representaba sólo 20 litros por habitante en los años
normales de lluvia. Históricamente se ha demostrado que no eran todos
y que incluso hubo sequías de tres años consecutivos . Se ha de hacer
constar que Lanzarote disponía en estos momentos de más de 6000
aljibes con una capacidad media de 30 m3 (60 pipas en La Palma), que
era utilizada en labores domésticas, agrícolas y pesqueras, pero que
para consumo humano era poco utilizada y sustituida por agua de
importación desde Gran Canaria (Firgas), Tenerife e incluso des la
Península .
A todo esto, y para la etapa a estudiar, indicar que a dicha situación
de penuria se sumaba la disminución de todos los factores de
producción durante los años cincuenta del pasado siglo en la fase
conocida como "autárquica" del franquismo (término usado por el
economista y estudioso de esta coyuntura Ramón Tamames), sin apenas
conexión o relación económica fuera de las fronteras del país. Este
periodo queda parcialmente modificado a partir de 1959 por el
llamado "Plan de Estabilización de Ullastres", consecuencia del
acercamiento del régimen imperante a los Estados Unidos cuya
administración da el visto bueno al régimen del General Franco, que sí
permite la apertura de la economía española hacia el exterior,
coincidente con el despegue turístico en el territorio peninsular
español y en las islas de Tenerife y Gran Canaria. La Isla de
Lanzarote, con su economía tradicional, pesquera y elaboración de
conservas o agrícola, producción de cebollas, boniatos y otros, ha de
esperar aún unos 10-15 años más.
El profesor Martín Ruiz analiza esta última etapa y los cambios
estructurales que tendrán lugar en Canarias y nos dice que los
desequilibrios económicos y espaciales generados por la aplicación de
una política económica oficialista y desestabilizadora con el añadido
del fuerte desarrollo propio al modo de producción capitalista
imperante en la sociedad canaria, darán lugar a nuevas transferencias
de fuerzas de trabajo desde unas áreas desfavorecidas por la coyuntura
dominante hasta otras en alza por el desarrollo del factor económico
de gran trascendencia inmediata: el turismo.
La población en Lanzarote, a partir de 1975, presenta un proceso de
clara evolución, ha descendido la emigración y por el contrario
comienza a recibir población, no sólo de la zona africana de
influencia hispana hasta este momento, sino de otras islas y pronto
del territorio peninsular español. Por ello en Lanzarote han tenido
lugar los mismos cambios sociales y poblacionales que en el resto del
Archipiélago, aunque con retraso debido al papel de modelo de
la "economía periférica" que regentaba hasta el momento.
El factor turístico y como consecuencia la construcción y el sector
servicios, han desarticulado la economía tradicional de subsistencia,
al tiempo que ha producido cambios en el asentamiento de la población
debido al éxodo rural y, en dicho momento, se produce desde Lanzarote
hasta Gran Canaria y hasta sus focos turísticos, preferentemente. Es
la consecuencia del "boom", que potencia el creciente desarrollo de la
asalarización en las explotaciones capitalistas, pocas en esta etapa
pero dominantes, mientras el resto de las explotaciones son de pequeña
producción mercantil .
3) Agua versus turismo masivo (desde 1980)
Según el profesor Wladimiro Rodríguez Brito, en los últimos tiempos de
clara desorganización de los sistemas tradicionales en torno a la
obtención y aprovechamiento del agua: embalses, aljibes, atarjeas,
estanques, maretas y pozos, son las potabilizadoras (desaladoras) la
única alternativa para suministro de agua a la población de nuestras
islas, especialmente en las zonas turísticas, situadas por lo general
en las franjas costeras entre 3 y 5 kilómetros que son las
demandantes.
Queda claro que con 140 mm/m2 de precipitación media en la isla de
Lanzarote, de los que 89 por ciento se evaporan, y el resto puede ser
en parte aprovechado tanto en superficie como infiltrada para los
pozos.
Como apunta Wladimiro Rodríguez Brito , la tecnología para obtención
de agua por este sistema (iniciado en Israel), en creciente desarrollo
y obtención del máximo rendimiento, ha pasado de precisar 30 Kw/h en
los años sesenta a situarnos por debajo de los 6 Kw en la actualidad,
es decir se puede obtener un m2 de agua con un solo litro de petróleo
si se utiliza el sistema de ósmosis inversa y de 8 Kw si se utiliza el
sistema de compresión a vapor. Es tan barata la obtención de agua por
estas nuevas tecnologías que la potabilizadora más grande de España,
situada en localidad almeriense de Carboneras, produce 42 Hm3 , a bajo
precio, pero la demanda es de apenas 4 o 5, que es la demanda
aproximada de toda Fuerteventura (porque aquella sólo abastece zonas
costeras, turísticas o agrícolas, y no el interior, por ejemplo Jaén,
que se surte de aguas embalsadas o subterráneas, por su costo cero o
mínimo)
En estas islas orientales ha habido un proceso común en los sistemas
usados en la desalación, hallándose enlazadas a la misma red eléctrica
por cable submarino. Ambas islas disponen de más de 30 plantas (ahora
más) potabilizadoras, en diversas zonas geográficas desde Jandía
(Fuerteventura) hasta La Santa en la costa norte de Lanzarote.
Las potabilizadoras o desaladoras son la única alternativa posible a
la creciente demanda del líquido elemento en la isla a partir de los
años 80, momento de la consolidación de un proceso económico, ya
iniciado en islas occidentales, que modificaría totalmente casi todas
las estructuras demográficas y culturales a más de las socioeconómicas
hasta la fecha.
La primera planta de Lanzarote con esta novedad, de procedencia norte-
americana como también lo fueron los molinos metálicos de viento para
el mismo fin que aún adornan los paisajes de ambas islas, procedía de
Guantánamo (Cuba) con tecnología incipiente que consumía unos 30 Kw/h
con una producción condicionada a la demanda en aquellos momentos.
Hoy existen varias que han sido instaladas paulatinamente desde 1966,
y especialmente en 1984, hasta hoy, que ya superan más de 20 millones
de m3 cada año para atender la industria y fuente fundamental de
recursos. El turismo.
Según Wladimiro Rodríguez Brito, existen aspectos complementarias a
tener en cuenta en las potabilizadoras de la isla como son: la
dispersión de instalaciones en toda la isla (por motivos económicos de
sus promotores, mas que prácticos), desde Playa Blanca hasta la costa
de Tinajo; no siempre las infraestructuras tienen la capacidad y
tecnología adecuadas, encareciendo el servicio de agua; y que la
dispersión de plantas obedece a tensiones por razones económicas entre
la administración pública y las creadas por la iniciativa privada, en
la que no son ajenas las propias administraciones locales y, en
consecuencia de todo lo expuesto, la producción no se optimiza.
El llamado Consorcio dispone de cinco plantas en Arrecife (y otra en
Yaiza) existiendo otras privadas por demanda directa de grupos
hoteleros en Costa Teguise, Los Fariones, La Santa, Agramar entre
otras.
La capacidad total de producción instalada en Lanzarote, supera los
50.000 m3 diarios, cuyos costes han quedado reducidos, pasando de 450
ptas/m3 en 1984 a menos de 1 Euro en la actualidad, y menos aún en las
plantas con tecnología punta.
Pero, en aras de la obtención de un medio ambiente óptimo tal como
soñaba y de hecho puso en práctica el polifacético César Manrique ,
lamentablemente fallecido en 1992 en trágico accidente y que defendía
una política turística que no afectara el medio natural y, por tanto,
se ha de apostar por las energías alternativas. En las dos últimas
décadas se ha incorporado de forma continua la producción de energía
con grandes aerogeneradores movidos por el abundante viento alisio
casi constante en todas nuestras costas, en especial, situadas al
noreste. Para ello se han establecido parques eólicos en Lanzarote (y
en Fuerteventura), destacando el de La Maña de Haría y Cañada del Río.
Esta energía alternativa a la tradicional y mucho más limpia y
ecológica, será la solución más idónea, no sólo para Lanzarote sino
para todas las islas que componen el Archipiélago, dándose el caso de
la de El Hierro, cuyas autoridades insulares pretenden en breve plazo,
y paulatinamente, hacerla extensiva a todos los factores productivos
estáticos de la isla, aprovechando las muchas zonas con alisios
dominantes todo el año: Punta de Verodal, el mismo Golfo o la Dehesa
en Frontera, y en Valverde la misma capital y alrededores, Guarazoca y
otros. La acción eólica es comparativa a la dominante en Lanzarote
cuya utilización a gran escala en breve, reducirá gastos en la
hacienda pública y sobre todo evitará el hasta ahora progresivo
deterioro medio-ambiental en esta isla (y en otras)
La demanda crece en progresión geométrica, por la mejora de calidad de
vida de los mismos habitantes de Lanzarote que disponen de agua
corriente al alcance de la mayor parte de la población, pero ha de
cubrir las nuevas necesidades derivadas de la principal industria, el
turismo, disparando el número de camas hoteleras, hasta la aplicación
de la moratoria. Pero es que, además, se carece de planificación seria
en los recursos y se potencia la privatización en todos los
dependientes de la citada actividad, mientras la administración
pública asume los gastos por nuevas inversiones en infraestructuras:
plantas de producción eléctrica, aeropuertos, carreteras, seguridad,
desalación del agua o reciclar los residuos sólidos generados que son
los mayores del país por habitante. En esta isla, en torno al 2000,
las aproximadamente 60 mil camas hoteleras y extrahoteleras, demanda
sobre 20 mil m3 de agua diarios y su instalación y mantenimiento
cubiertos con dinero público que, en 1995, superaban los 3.150
millones de las antiguas pesetas, cuando la isla recibía más de un
millón de visitantes al año. Sin embargo, el caudal pluviométrico ha
quedado en mera anécdota.
Evidentemente, la demanda ha quedado ralentizada en los últimos años
en parte debido a las leyes de moratoria y otras, a pesar del aumento
de las camas turísticas en apartamentos. En estos momentos, junio de
2005, se opta por planta alojativa hotelera de calidad.
4) Conclusiones.
En cumplimiento de la política turística llevada a cabo por Cesar
Manrique, y otras leyes de protección para la isla que conducen a la
denominada como "la moratoria" en 2001, incumplida en esta isla según
datos del Istac , Lanzarote fue declarada por la UNESCO junto a la de
Menorca (Baleares), "Reserva de la Biosfera", en Paris con fecha 6 de
octubre de 1993 dentro del programa internacional MAB (Hombre y
Biosfera) figura creada por el citado organismo cultural en 1971. Se
pretende distinguir y mantener aquellos territorios donde existen
ecosistemas representativos de una región biogeográfica en las que se
den condiciones para un desarrollo económico sostenido y un uso del
territorio compatible con la conservación de sus recursos naturales.
En consecuencia, desde el punto de vista medioambiental se ha de
evitar la creciente erosión en los antiguos macizos de Famara, únicos
proveedores de agua natural de Lanzarote, y potenciar la creación de
gavias, estanques o bebederos con objeto de aprovechar al máximo el
agua de lluvia e igualmente mantener las infraestructuras agrarias
tradicionales que contribuyen a la defensa del paisaje y a la
conservación cultural del territorio. Son parámetros necesarios para
recrear a nuestros visitantes turísticos que superan en mucho el
millón por año hasta ahora (1,8 en 2003).
Evidentemente, la integración de Canarias en la CEE, hoy Unión Europea
con graves problemas de consolidación definitiva (tras el referéndum
francés y holandés), ha afectado negativamente todo el sector
agrario, inclusive el de Lanzarote (pero sobre todo el pesquero).
Queda claro que, a decir del profesor Martín Ruiz, citado, "La
articulación de los modos de producción en la agricultura canaria"
(Anuario del Departamento de Geografía), Universidad de La Laguna,
1982, nuestra agricultura tradicional siempre fue de pequeña
producción mercantil con poca composición orgánica capitalista, bajo
consumo de "imputs" y precaria tecnología, fuerza de trabajo familiar
(salvo excepciones), producción destinado preferentemente al
autoconsumo, pequeñas explotaciones y especial régimen de tenencia de
la tierra. Pero frente a esta fórmula de explotación casi familiar
descapitalizada surge la capitalista con productos destinados a la
exportación (fundamentalmente la de plátanos en Tenerife y La Palma o
invernaderos en Gran Canaria, amén de otras de destacado volumen
económico), con mayor consumo de capital, mano de obra asalariada y
notable tecnología en su aplicación. Pero el trasvase de capital de la
agricultura al turismo es una realidad de los últimos años, pero en
vías de reconsideración en estos precisos momentos con preocupante
peligro para la RIC o reserva de inversiones y su destino final.
Si bien nuestra pertenencia a la Unión Europea ha perjudicado
notablemente un sector tradicional como es la agricultura (a más de la
pesca), en beneficio de países asociados en que destaca Marruecos
competidor y vecino, sí hemos de reconocer los efectos positivos para
otros sectores en especial industrial o turístico y específicamente el
Régimen Económica y Fiscal (REF) confirmación y mejora de anteriores
acuerdos.
Centrándonos en esta Isla, en base a lo expresado por Wladimiro
Rodríguez Brito , citado anteriormente, para los últimos años del
pasado siglo pero que ha de mantenerse hoy: la sociedad y poderes
políticos o económicos de Lanzarote han de potenciar los generadores
para potabilizar agua, con energía eólica o solar, totalmente limpia,
y disminuir la dependencia de los hidrocarburos en estos momentos con
alza de costes "in crescendo" en todo el mundo ; la expansión de la
oferta turística debe mantenerse subordinada a la ley de Moratoria y
Medio ambiente, el PIOT, y planificarse metodológicamente ante el
nuevo reto internacional que sufre el sector por variadas y nuevas
ofertas de turismo y ocio en países del tercer mundo, ahora
parcialmente desarrollados. Es claro que estos ofrecen exotismo y
estancias a menor costo que las ofertadas desde esta isla y, cómo bien
apunta el profesor Wladimiro Rodríguez, "Sembrar el turismo" con
incremento de la agricultura ambiental y paisajística (enarenados) a
más de los productos agrario-ambientales: vino, quesos, higos pasados,
gofio, al tiempo que potenciar los frutales tradicionales. Asimismo
utilizar el sistema de riego gota a gota, no sólo en la citada fórmula
agrícola, sino en los cada vez más numerosos jardines y optimizar el
sistema aéreo de riego en los campos de golf, así como la sustitución
del tradicional sistema o de inundación, por el de goteo o
por "microaspersión"; y por último, no entorpecer y sí dar facilidades
a la demanda (precisamente por la conservación medioambiental) del
llamado "turismo de tercera edad" con estancia prolongada por la
peculiar climatología , en especial europeos comunitarios que fijan su
residencia en la isla, jubilados en mayoría, y poseedores de excelente
capacidad económica en gasto y consumo al tiempo que se potencia el
tráfico aéreo-portuario y marítimo.
Pero, para estos momentos, surgen nuevas incógnitas que pueden "echar
por tierra", las soluciones expuestas. Las anunciadas prospecciones
petrolíferas, por la empresa estatal Repsol, desde la mediana del mar
que separa la isla de África, encuentra la oposición de todas las
instituciones de Lanzarote puesto que no mejorará la oferta turística
implementada por la presencia de las plataformas de extracción
petrolífera. Además esta decisión vulnera el programa de la UNESCO
para Reservas de Bioesfera , también las directrices ya aprobadas, ni
se hallaba incluido en el PIOT. En contrapartida responsables
institucionales en el Gobierno de Canarias apuntan que "en caso de que
haya hidrocarburos, explotables, se promovería un referéndum entre la
población". En caso probable de efectuarse explotaciones habrán de
cuantificarse los perjuicios en la industria estrella en este momento,
puesto que los derrames al perforar la corteza terrestre, unido a los
hidrocarburos (salvo que sean bolsas de gas), serán derramados en el
mar circundante y que alcanzaran las costas de Lanzarote situadas sólo
a 27 kilómetros de dichas prospecciones.
ENTRADA DE TURISTAS EXTRANJEROS POR ISLAS Y TOTAL
Año 2000 2002 2004
Canarias 9.975.997 9.778.503 9.427.265
Lanzarote 1.750.507 1.718.374 1.770.176
Gran Canaria 3.109.066 2.886.791 2.769.898
Tenerife 3.675.206 3.659.379 3.457.070
Como apreciamos, en este preciso momento, a pesar de lo expuesto, la
estabilidad turística permanece y según se apunta desde la Consejería
del Cabildo de Lanzarote, en fecha reciente (junio de 2005), se ha
intensificado la campaña promocional para captación de nuevos
visitantes y, precisamente, debido a nuestro peculiar clima, turistas
de la helada Islandia tienen la posibilidad de visitar la soleada isla
a través de vuelos charter semanales hasta el final del verano, y a
partir de ahí serán los turistas tradicionales (ingleses y alemanes,
preferentemente), sin perjuicio de los procedentes de la España
peninsular los que mantengan el sector. Se están retomando proyectos
ideados por César Manrique, como el del "islote del amor" y se busca
consenso con los detractores del proyecto "San Francisco Javier", en
Arrecife, entre otros polémicos en estos momentos.
Asimismo, a partir del año 2003, se lleva con acierto el cumplimiento
de las directrices en aras de la "sostenibilidad" anunciada para el
sector y hacer frente a la crisis turística (que afecta a todo el
mundo).
Obvia decir que es importante para Lanzarote la protección del Parque
Nacional de Timanfaya (que da nombre a la Isla de los Volcanes) y sus
varios pequeños espacios protegidos, para que no ocurra como en la de
La Palma con dos erupciones en el pasado siglo -1949 y 1971, San Juan
y Teneguía-, dónde, al contrario que en esta isla, apenas han sido
protegidas "sus lavas volcánicas" con grave deterioro medioambiental,
al tiempo que perjudica y minimiza su oferta como atractivo cultural y
turístico.