CUBA Y CANARIAS:
PERSPECTIVAS CONTEMPORÁNEAS
Por Dr. Miguel Leal Cruz
http://www.periodismohistorico.net
EXTRACTO PARCIAL DE LIBRO
EL AUTOR
EDITORIAL PERIODISMO HISTORICO S.L.
CANARIAS-ESPAÑA
I.-CUBA EN EL SIGLO XXI
Para ofrecer un panorama objetivo de la Cuba de estos primeros años del nuevo siglo habremos de retrotraernos hasta la década de los ochenta pasados, tras las medidas anunciadas por el líder reformista soviético Gorvachov que conmovieron la viejas estructuras comunistas existentes, incluidas las de Cuba. El propio Fidel Castro en 1986, al verse comprometido y obligado, dijo que “era el momento de reformar” y lanzó su “campaña de rectificación de errores y tendencias negativas”.
La reforma de Castro viene impuesta por la profunda crisis que atravesaba la isla desde la década anterior por caídas del precio del azúcar, aumento desmesurado de la deuda externa con la entonces URSS, con medidas que le impedían la obtención de divisas precisas para el reajuste. Esto unido a la mayor dureza del embargo norteamericano dispuesto por el presidente Ronald Reagan, durante todo su mandato.
Las reformas de Mijail Gorvachov, principal valedor de Cuba, hacen pensar que las seguirá Cuba una vez que la potencia oriental deje de prestar ayuda económica. Sin embargo, el régimen cubano lejos de seguir la trayectoria de su otrora socio, retorna al más “puro y duro comunismo ortodoxo con planteamientos marxistas”, tal vez para autoprotección. Fidel Castro alega, en otro de sus controvertidos discursos, que “desea recuperar la moral y los valores que se han perdido (en la entonces URSS) con la entrada de hábitos y comportamientos capitalistas”. El régimen adopta una campaña ideológica atacando aquello que considera corrupción de los trabajadores que han antepuesto sus propios intereses a los de la colectividad y que sólo buscan su interés y beneficio personal. Fidel acusa a granjeros, campesinos y trabajadores por cuenta propia de utilizar “el dinero, como símbolo capitalista por excelencia”, y que olvidan los ideales del marxismo y el socialismo solidario ”
Repetía que jugando al capitalismo empezamos a pensar y actuar como capitalistas olvidándonos de la patria”, dijo Fidel Castro en uno de sus largos discursos (propio de dictadores totalitarios) grabados durante el año 1986. Asimismo ataca el excesivo enriquecimiento de los burócratas base la estructura de su régimen y común al comunismo clásico.
La Isla tras el colapso de la Unión soviética con derrumbe de todos los regímenes comunistas europeos, antiguos satélites, pasará por los peores momentos de su reciente historia como país soberano. Fidel Castro y seguidores próximos “vuelven a releer a Marx y a reivindicar a Che Guevara” y lo que nadie preveía en aquellos momentos es que en lugar de sucumbir, la revolución terminará siendo devorada por su artífice y héroe máximo en otro de sus “éxitos” a lo Stalin. En 1990 se implanta una consigna política de supervivencia llamada “periodo especial en tiempo de paz”, una lenta agonía económica y de supervivencia que dará lugar, tres años después, al citado “periodo especial” con adopción de medidas emergentes con el objeto de reducir y redistribuir los costes sociales, racionalizar la crisis, reestructurar la economía en la búsqueda de fórmulas, que el pueblo llano llamaría “resolver”. Ante lo grave de la situación, a pesar de la apertura al turismo internacional que aportará divisas en dólares (no llega a un millón de turistas por año), se aboga por las sociedades mixtas con capital europeo y canadiense en principio.
Las protestas sociales y la huida de miles de cubanos hacia los Estados Unidos, en 1995, la medidas liberalizadoras vuelven a endurecerse. Las propuestas del ministro cubano de economía, Carlos Lage, en especial la despenalización de tenencia de divisas, trabajo por cuenta propia y creación de mercados interiores, alimentación básica y productos artesanales, sufren un fuerte recorte ante el temor de involución del régimen.
El aparato represor compuesto por las fuerzas policiales y militares (y de información oficial) recibe el apoyo de los CDR (Comités de Defensa Revolucionarios, creados desde 1960). En 1995 existían en torno a 600 mil activistas con eficaz sistema de vigilancia colectiva “para defender la revolución desde dentro y desde fuera”, que perdura eficazmente. Su misión era apoyar a la policía controlando a los vecinos de su entorno, facilitando información o movilizando a los ciudadanos o señalando a “tibios” y disidentes. Este cuerpo de confidentes ha creado una tupida red en todo el país, es temido y produce la incertidumbre entre los cubanos de cualquier clase, coartando cualquier deseo de libertad que aún perdura tras casi los 48 años de su institución y consolidación.
Pero fue la presión de la administración norteamericana sobre la economía cubana quien más obstáculos puso a una regeneración económica en la Isla tras el fracaso soviético. La política de Reagan en la década de los ochenta, se agrava con la Ley Torricelli en 1992 que contempla la cancelación de ayuda a cualquier país que comercie con Cuba, la prohibición de tocar puertos de Norteamérica a buques que transporten mercancías hasta o desde Cuba (constituía el endurecimiento de la ley llamada de “embargo” ya impuesta desde la presidencia de Kennedy).
Se modificó a posteriori bajo la presidencia demócrata de Bill Clinton, con la llamada Helms-Burton, en esencia la misma, si bien los apartados que endurecían el “embargo” no entraban en vigor por el veto del presiente ante la oleada de protestas, por su carácter antisocial, desencadenadas en casi todos los países europeos, más Canadá, América Latina y China, principales proveedores hacia Cuba.
A finales del siglo que nos ha dejado la situación económica y social en Cuba no es precisamente ejemplar. Las desigualdades son evidentes, a pesar de los principios del marxismo, entre los que tienen fácil acceso a los dólares que genera el turismo o del comercio ilegal, llamado “informal”, y los que viven en ciudades o barriadas sin un mínimo de infraestructuras básicas o los que habitan en áreas rurales donde el suministro eléctrico apenas alcanza una horas diarias, con frecuentes apagones. Las diferencias se acentúan al comparar con el bienestar de los cuerpos burocráticos, dirigentes y mandos en los que se sostiene el régimen. Los funcionarios y militares más privilegiados han creado un sistema de prebendas que les permite mitigar las durezas de la vida cotidiana. Si bien el “caso Ochoa” frenó la corrupción administrativa en todos los sectores….
¿Qué se aprecia en la Cuba de estos primeros años del nuevo siglo XXI?
En el aspecto económico, solamente el sector turístico ha continuado su expansión y presenta unas perspectivas inmejorables a pesar de los contratiempos políticos, a más de coyunturas internacionales, factores climáticos, huracanes y demás. Las diversas empresas canadienses, mexicanas y europeas en las que sobresale España realizan fuertes inversiones bajo la fórmula denominada “mixta” con el Gobierno cubano. Esta fórmula coyuntural y referida a un solo sector económico, que data desde principios de la década pasada, ha “resuelto” en parte la grave situación económica cubana tras el citado derrumbe de sus antiguos aliados, todos dependientes de la entonces URSS.
El escritor español José María González Ochoa, en una de sus ediciones: Cuba, Colonización, Independencia y Revolución , Acento Editorial, Madrid, 1998, en su última página, 91, pronostica que “se puede sospechar que el régimen no sobrevivirá a Fidel Castro. Sus delfines Carlos Lage, ministro de Economía, Roberto Robaina, ministro de Exteriores, o su hermano Raúl Castro, que podría sucederle (de hecho ahora es el responsable máximo, tras enfermedad del líder), carecen del carisma y del poder de Fidel y apenas cuentan con apoyo popular”, párrafo este que escrito en 1998 acierta en un gran porcentaje premonitorio y acertado.
La actualidad, ocho años después, se le asemeja, pues apenas han surgido cambios estructurales en la metodología del régimen a pesar de la grave enfermedad sufrida por el líder máximo ahora obligado a mantenerse alejado del poder desde mediados del año 2006 y que a pesar de ciertas apariciones mediáticas, nunca en público, parece no retomará por ahora.
Se puede asegurar, tras recientes elecciones “sui géneris” con aparente normalidad, y permite augurar una transición pacífica, aunque lenta, que recuerda la española del año 1975 y siguientes… que personalmente elogiamos.
Desde posiciones norteamericano-cubanas las más cercanas y con más interés patriótico en lo que sucederá en la Isla (sin descartar a otros países entre ellos España, por razones obvias) el estudio relativamente reciente presentado por la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el Secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez de origen cubano, señalan, desde el punto de vista popular que los jóvenes, que las mujeres y el segmento de la población negra han sido clave para el creciente movimiento de la sociedad civil en Cuba.
Un segundo informe de la Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre, determina que la mayoría de la población en Cuba tiene menos de 35 años y débil apego al régimen comunista de Castro y sí un intenso deseo de cambios reales que les asemeje a un estado normal y democrático de derecho, puesto que la población cubana sigue siendo marginada por la clase dominante que rodea del régimen de Castro, y que muchos jóvenes negros son objetivos de cruel hostigamiento por la policía, con intimidación, arresto o expulsión de la periferia de La Habana y desde otros lugares de Cuba. Por casi medio siglo, el pueblo cubano ha vivido dentro de un sistema económico cerrado diseñado para mantener el control en la isla, por lo que echar los cimientos del desarrollo de la economía será vital para el futuro de Cuba.
Otra parte del Informe de la Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre, dice que el régimen comunista de Castro alimenta la economía fragmentada para no incentivar la micro empresa y mantener a los cubanos ocupados en la supervivencia, buscando la comida que llevan a la mesa para sus familiares.
Además, se indica que los cambios económicos habrán de tener lugar en Cuba en la medida que ésta se mueva hacia elecciones libres y democráticas, por lo que es probable que ello brinde tanto nuevas oportunidades para muchos cubanos, como también cierta ansiedad. También recuerda que los cubanos en la isla están conscientes de que el viejo sistema comunista no funciona, y el nuevo gobierno de transición tendrá que legalizar algunas de las tareas que ahora son informales, controlar la inflación y la balanza de pagos, e integrarse a los sistemas financieros y de comercio internacionales.
Asimismo el referido estudio de la Comisión Para la Asistencia a una Cuba Libre, avalado por los casi dos millones de cubanos que residen en Miami y en otras ciudades norteamericanas, señala que en un periodo de transición política en la isla nadie deberá ser sujeto a expulsión arbitraria, y que un gobierno electo democráticamente tendrá que tomar decisiones sobre propiedades confiscadas, además de garantizar la debida compensación.
Se añade que en la actualidad, pocos cubanos tienen títulos; otros, sólo el derecho de transferir sus propiedades a sus hijos, y algunos sólo tienen títulos de por vida. Mientras, gran parte de ellos residen en hogares sin hijos, divididos en pequeños apartamentos. Se insiste en que el futuro gobierno democrático en Cuba también tendrá que resolver la confiscación de propiedades industriales, comerciales y agrícolas, dentro de un proceso de privatización, integrado en la transición, hacia una economía de mercado abierto.
Por casi medio siglo, el pueblo cubano ha vivido dentro de un sistema económico cerrado diseñado para mantener el control en la isla, por lo que echar los cimientos del desarrollo de la economía será vital para el futuro de Cuba.
Si bien, ciertos eventos diplomáticos con poco tratamiento informativo habidos durante el pasado año (algunos coincidiendo con la celebración de la IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata -Argentina), como fue la visita oficial a Cuba, por segunda ocasión, de una importante delegación militar de la República comunista de China, en la que se llevaron a cabo amplios programas con actividades de carácter castrense (o económico) durante varios días en cada una de ellas.
El periódico oficial cubano (Granma-Internacional) es claro al respecto cuando publicó hace unos meses que el General del Ejército Raúl Castro Ruz (ahora primer mandatario cubano, por enfermedad de su hermano, y Ministro de las fuerzas Armadas revolucionarias) recibe al Coronel General Liang Guanglie, de la Comisión militar Central y Jefe del Estado Mayor General del Ejército Popular de Liberación de China.
Este acercamiento sería un acto protocolario normal más entre naciones, en principio soberanas, si no fuese por la similitud histórica con otros acontecimientos pasados que se generaron en un entorno mundial similar al presente. Por supuesto, tanto la República China como la de Cuba abogan constantemente por la paz y así lo ha manifestado el embajador chino en Madrid cuando el presidente de su país, Hu Jintao, visitó la capital española en la última escala de su gira por Europa a principios de este año con importantes acuerdos comerciales para ambos países al mismo nivel que Francia o Alemania. No obstante, cierta prensa alude al recibimiento frío dispensado a dicho mandatario y séquito por parte de importantes Instituciones españolas, aunque desde la Zarzuela le fue ofrecida una cena privada por los Reyes.
Que ambas delegaciones, la que visitó Cuba y la que visita Europa, coinciden en el tiempo (así como con la de Mar del Plata), tampoco resulta preocupante ni digno de especial consideración, salvo el que esta gran potencia asiática, nuevo emporio en constante ascenso económico, apoya ideológicamente a regímenes occidentales de signo progresista (Cuba, Venezuela, Brasil, Argentina y otros en proceso…) en permanente pugna con otra gran potencia: Los Estados Unidos de Norteamérica. Aspecto éste que nos remite a pensar en la gestación de una nueva “guerra fría”, al menos, por ahora, en lo económico y social .
Ahora es indudable que ambos procesos presentan ciertos paralelismos para dar lugar a numerosos interrogantes, con todas las diferencias espacio-temporales que se quieran.
Prensa Latina ha sido sumamente explicita en torno a la visita de la alta delegación del Ejército chino en la Isla antillana, cuando expresa que “el cordial intercambio del ministro cubano de las Fuerzas Armadas Revolucionarios, Raúl Castro, asegura que su estancia en Cuba será útil para las relaciones bilaterales y contribuye fortalecer los lazos de hermanamiento entre los dos gobiernos, fuerzas armadas y pueblo de Cuba y China…”. Aspectos estos por otra parte ya consolidados en anteriores visitas y que un periódico español, El Mundo , recoge en julio de 2001: “una delegación de alto nivel del Ejército Popular de Liberación de China se encuentra de visita en Cuba, donde cumplirá un amplio programa de actividades hasta el próximo día 14…Los visitantes fueron recibidos por los generales de brigada José Carrillo y Moisés Sio Wong, este último presidente de la sociedad de Amistad Cuba-China. Podemos añadir a todo esto que en La Habana, en el Palacio Aldaba (1998), se presentó solemnemente una edición traducida al chino de una historia de la Cuba revolucionaria, El Desafío del Yugo y La Estrella, cuyo autor es el profesor cubano José Cantón Navarro. Igualmente podemos dar fe de una denominada “brigada china” que se le encomendó por orden directa de Fidel Castro, año 1961 (ante la previsible invasión norteamericana) la defensa de la Isla de Pinos (ahora de la Juventud), según fuentes obtenidas por uno de sus integrantes, Tai Chao, que recogemos en una determinada investigación sobre el proceso revolucionario cubano.
Esta delegación militar, según se desprende del diario oficial “Granma” formaba parte de “los intercambios sistemáticos dirigidos al estrechamiento de los lazos de amistad y colaboración entre los dos pueblos y sus fuerzas armadas...”
Desaparecida la URSS, sospechamos sea el gran gigante chino el que ha retomado aquel papel, aparentemente “equilibrador”, y por ahora más que otra guerra fría diríamos “caldeada” en lo económico y competencial, salvo otras posibilidades que ya se han intuido como sentimiento hispano cuando se dice “esperamos que España no pierda a Cuba por segunda vez”. El presidente del gobierno español Rodríguez Zapatero, en no dudosa buena intención, a través de su Ministro de Exteriores, ha confirmado estos pasados días (y en septiembre de 2006) la inminente y perentoria necesidad de ese cambio democrático en Cuba. En esto sí coincide con los dirigentes del Partido Popular, que rompió relaciones diplomáticas con la Isla y que más tarde retoma el PSOE. Pero, ¿y la realidad cubana, qué? ¿Y los cubanos en mayoría cultos pero con necesidades elementales básicas y con total falta de libertades reales…?
Otra posibilidad vinculante para una posible apertura democrática en la Mayor de las Antillas, es la mantenida con la Venezuela de Hugo Chávez que de hecho se ha intensificado de forma notable durante los últimos años con enorme beneficio para el régimen castrista por la cantidad de recursos energéticos, que a bajo precio, le facilita el líder “revolucionario” venezolano, recientemente ratificado en la presidencia tras proceso electoral, en principio libre. Esta posibilidad pierde fuerza tras parcial fracaso electoral de Chávez, y mayor acercamiento a Brasil en lo tecnológico, si bien ambos países mantienen relaciones de todo tipo.
¿Cuba seguirá con un régimen “sui géneris” por bastante tiempo más?
Es esta una premisa imprevisible para la mayoría de observadores internacionales, al igual que lo ha sido la misteriosa enfermedad sufrida por Fidel Castro a su regreso de su periplo sudamericano, y que, para muchos analistas, parece ser un parcial acto teatral más para tantear la reacción política interna y externa a que daba lugar la delegación de funciones en su hermano Raúl Castro. En consecuencia se actuaría acorde con las circunstancias, también imprevisibles como normal del régimen cubano.
Las fotos que siguen, gentileza del autor perleomacesc@aol.com efectuadas en 2003 y 2005 en La Habana, y con su anuencia, son un reflejo de la Cuba actual, la que demanda la visita de turistas, y que ofrecen el atractivo de sus monumentos pretéritos, ahora remodelados y sumamente cuidados con aquel objetivo. Estas medidas ya habían sido iniciadas en 1990, a que obligó el desmantelamiento de la antigua URSS y su desconexión económica recíproca.
El perjuicio para la Isla fue enorme al quedarse sin su socio tradicional y no desear un cambio estructural siguiendo la metodología del mandatario soviético Gorvachov, y tal vez por temor a una nueva peligrosa invasión de cubanos residentes en Miami, bajo la asesoría de los propios EEUU, que produciría irremediablemente la contra-revolución. Este temor aún persiste en 2008, pero cada vez menos viable, e imposible a partir de noviembre próximo tras elecciones en Norteamérica.
Palacio del Segundo Cabo, hoy lo ocupa el Instituto Cubano del Libro, Plaza de Armas, f. Perle
Lonja del Comercio, ahora edificio de oficinas cubanas y extranjeras, Plaza de San Francisco
Galerías de Arte Carmen Montilla y Nelson Domínguez, Plaza de San Francisco
Vista de la Iglesia de San Francisco de Asís, Plaza de San Francisco
Museo, vivienda, cine Habana y tienda Paul & Shark, Plaza Vieja
Hostal del Santo Ángel y escuela primaria Ángela Landa, Plaza Vieja
Cervecería y otra vivienda del Conde de Casa Lombillo, ahora oficina de proyectos y restauraciones, Plaza Vieja
Catedral de la Habana, Plaza de la Catedral
Galería de Arte y Palacio de los Marqueses de Aguas Claras. Hoy lo ocupa el Restaurante El Patio, Plaza de la Catedral.
Hotel Inglaterra y primer monumento a José Martí, Parque Central, Habana Vieja
Centro Gallego. Data de principios del siglo XX, diseñado por un arquitecto belga llamado Paul Belau, Prado.
Museo Nacional de Bellas Artes, Parque Central, Habana Vieja
La Habana, antiguo palacio de la Lotería Nacional
Foto década de los 30, edificio Bacardí considerado obra maestra de arquitectura. F. perleomacesc
El Capitolio, sede del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente, Centro Habana
Parroquia de Jesús del Monte, Calzada de 10 de Octubre esquina a Quiroga, Víbora.
Esta iglesia se construyo a finales del siglo XVII y tuvo protagonistas a “isleños” en el XVIII.
Placa conmemorativa de vegueros “isleños”
El Papa Juan Pablo II se hospedó en este hotel durante su visita a Cuba en 1998.
Hotel Nacional de Cuba, Calle O esquina a 21, Vedado.
Vista de la Comunidad Las Terrazas, Sierra del Rosario, Pinar del Rió
Restaurante Hanoi, antigua casa de la Parra que data del siglo XVII
Embajada de España, Cárcel, 51 esquina a Zulueta, Ciudad de la Habana
Edificio de la Embajada de España, otro frente.
Palacio Nacional, hoy Museo de la Revolución
FOTOS DE CANARIAS MONUMENTALES ANTIGUAS
La Plaza de Weyler con su fuente de marmol blanco, sus jardines bien cuidados, el sol, las palomas, la sombra de los laureles de indias, centro tradicional de Santa Cruz para eventos y compras. En el fondo puede verse lo que antes era Capitanía General de Canarias. F.Int.
La actual Iglesia de San Francisco era la iglesia del desaparecido convento franciscano de San Pedro de Alcántara, primitivamente ocupada por la ermita de Nuestra Señora de la Soledad. F int.
Palacio de Capitanía en la plaza Weyler, Santa Cruz de Tenerife, en la actualidad
EXTRACTO PARCIAL DE LIBRO
EL AUTOR
EDITORIAL PERIODISMO HISTORICO S.L.
CANARIAS-ESPAÑA
http://www.periodismohistorico.net
Reporte de la Comisión para Asistencia a una Cuba Libre. Edición Radio Tv. Martí, Noticias, 20/07
Recordamos que en los albores de la posguerra mundial, por causas similares se conformó la OTAN (bloque militar a enfrentar a la entonces URSS que curiosamente ahora integra a numerosos países del Este, antes pertenecientes al Pacto de Varsovia) como alianza que legitimaba los intereses estadounidenses con sus aliados occidentales, que cómo es sabido originó la Guerra Fría y las consecuencias conocidas, en especial los dramáticos momentos que surgieron durante la Crisis de los Mísiles en Cuba, octubre de 1962, que bordearon la posibilidad de la III Guerra Mundial. N d A
Periódico español El Mundo , 17 julio 2001, ed. Papel.
Los servicios secretos y de seguridad, cúpula militar de confianza y la Policía, acentuarán la represión - ocurrió en España desde 1972 hasta 1978 - pero al final el régimen caerá desde dentro…
En España unas llamadas Cortes en su conjunto pro-régimen, una vez hallada la persona idónea (Adolfo Suárez González) procedieron a su autodisolución; se creó una ley de reforma política y con algunos altibajos tuvo lugar una transición (política) modélica, que las fuerzas vivas cubanas con poder decisorio (y bien intencionadas) deberían copiar para bien de todos los cubanos del interior, del exterior y en igual beneficio de la economía cubana (que con ciertos controles) progresará indudablemente… Es una opinión personal. N d A