PERIODISMO: ELEMENTOS PARA LA CONVERSACION
AUDIOVISUAL
Por Miguel Leal Cruz
La problemática en torno a cómo hemos de
expresar algo en términos precisos, a pesar de los avances enriquecedores de la
lingüística y su filial la semántica, se encuentran hoy, sin duda, en el
vértice de la reflexión, puesto que son varios los actores, que con identidad
propia, participan en el proceso de la enunciación e interpretación, con la
dificultad de interpretación de los diferentes códigos que sistematizan los
lenguajes de todo tipo.
Esta introducción define aproximadamente lo
que se pretende como argumento para consiguiente reflexión en torno al tema
elegido: la conversación en los medios audiovisuales y su incidencia en la masa
demandante y ávida de conocimiento.
Trata de diferenciar al sujeto de la
enunciación de las otras tres figuras que participan y se comprometen en el
texto de la conversación, objeto del estudio, como son: 1) el sujeto empírico
extraído de la realidad que es la fuente del hecho a tratar y 2) el sujeto del
enunciado o sujeto modelo que es el que imagina el espectador audiovisual, o en
la lectura, y por ello no necesariamente homologable con el sujeto originario
que parte de la fuente pretende, toda vez que el consumidor de la fuente se
imagina una conversación potencial entre el sujeto fuente y el mismo como
enunciatario o mejor destinatario.
Estos postulados constituyen el aspecto más
notable de un libro del analista y periodista italiano M Bettelini sobre la
conversación audiovisual, quien analiza por categorías la proporción de un
diagnóstico en el estado actual de los medios de comunicación de masas
audiovisuales y de sus formas incidentales en las sociedades desarrolladas y de
consumo, sujeto pasivo en suma a quien va dirigido todo el proceso enunciador-
comunicador.
La revelación del modelo de conversación que
se usa en la gran película de los años treinta del polifacético Orson Welles
que siguió a un hecho que afectó profundamente a la masa consumidora que sufrió
la Gran Depresión norteamericana (y mundial), constituye uno de los capítulos,
que considero personalmente, más interesentes del análisis que su autor hace de
la conversación y su incidencia como medio periodístico.
Si bien es de hacer constar que toma como referencia
base los contenidos del documental "News on the March", realizado
sobre la vida ficticia del ciudadano Kane, que es el personaje imaginado por
Orson Welles para dar vida a otra identidad, esta real, en la vida rocambolesca
y muy polémica en los acontecimientos norteamericanos entre el cambio del siglo
y hasta muy avanzado el actual, que fue Willian Randolph HEARST, por cierto
gran enemigo de España en América, como así se comprobó durante la Guerra de
Cuba donde intervino activamente (e incluso personalmente) a través de sus
polémicas y sesgadas editoriales de Prensa.
No obstante se aprecia claramente que el
documental, emitido recientemente en Documanía de Canal Satélite Digital, se
basa claramente en la película Ciudadano Kane, en sus secuencias, personajes,
aún vivos, escenarios y documentales fotográficos y sonoros que alcanzan desde
la Norteamérica de fines del pasado siglo, en que aparece la niñez y juventud
de Hearts que se confunde a su vez con la de Orson Welles, la guerra
hispano-cubano-norteaméricana, provocada por la iniciativa y prensa de Hearst,
sus fracasos políticos, amorosos y financieros a lo largo de la primera parte
del presente siglo y por último el encuentro real entre el verdadero Hearst con
el productor y protagonista del film, surgiendo entre ambos personajes una
feroz y violenta guerra dialéctica personal y a través de la prensa de la
época, todavía dominada en parte por Hearst, que finalizó en las consiguientes
demandas judiciales iniciadas por los abogados del magnate contra Welles, sin
que tuvieran otro resultado que los ríos de tinta que las linotipias usaron
para dar salida a la fuerte demanda del público consumidor norteamericano, y
mundial, que estos hechos producían, en un momento incipiente de la televisión,
pero en boga la prensa y radio con enorme demanda en la sociedad.
Es imposible en un trabajo de este tipo,
tratar de compendiar ni tan siquiera la enumeración de las muchas secuencias
del film-documento que el autor analiza con suma meticulosidad y abundante
conocimiento, pero si podemos hacer una sinopsis de lo que pretende a través de
los diálogos de tan variados personajes, intervinientes en la trama
ficticio-real, y que resumiríamos como sigue.
A nivel de las grandes unidades de
información el film está superficialmente organizado como una sucesión de
testimonios sobre la figura de Kane, un sucesión introducida entre un prólogo y
un epílogo, durante los cuales el espectador no filtra su impacto conocedor a
través de la mediación de los testimonios, sino que accede a la realidad de los
sucesos de ficción, directamente. En un principio el espectador accede a información
sobre la muerte de Kane, la situación en el ostentoso palacio, Xanadú, la bola
de cristal que cae de su mano, el misterio en torno a la palabra "rosebud".
y en la que participan, ante el consumidor audiovisual, todos los personajes
del documento-film. Sin embargo en el epílogo sólo el espectador y ninguno de
los personajes son conocedores del significado de la misteriosa palabra
pronunciada por Kane antes de morir, y dice el autor que el espectador se
coloca en un lugar de privilegio frente a los personajes y a la historia misma
del relato por parte del sujeto enunciador, mientras el mundo de los que
sobreviven a Kane, empeñados en una infecunda investigación, se distancian
notablemente, volviéndose opacos, respecto al mismo espectador y a su
conocimiento.
La película se cierra con un acto de
intercambio directo entre enunciador y enunciatario, el cual se gratifica por
su plusvalor de saber respecto a lo transferido por la historia de la encuesta
sobre el significado de "Rosebud".
Se puede observar que tanto el prólogo como
el epílogo están a su vez respectivamente precedidos y seguidos por títulos
genéricos de encabezamiento y por la presentación de los personales con los
títulos finales y que ambas unidades constituyen un intercambio informativo
entre enunciador y enunciatario, pues se trata del intercambio de un saber contextual
e inter textual -dice el autor -, que en esta exposición no nos parece interesante.
Entre el prólogo y el epílogo se extiende una
secuencia de testimonio, o como fruto de nexo de testimonios, como igualmente
puede ser considerado el documental " News on the March".
Si la superficie significante del film está
caracterizada por la sucesión de grandes unidades de información unidas una a
otra por una relación de apertura y de integración, se puede afirmar que el
modelo CONVERSACIONAL domina al de la producción de una instancia interrogativa
y de su inmediata satisfacción.
En el nivel superficial el texto desarrolla
UNA CONVERSACION en entre ambos sujetos que implica un intercambio COMUNICATIVO
de macro unidad del tipo pregunta -respuesta inmediata y supone, por tanto, el
intercambio más simple y lineal, o sea el menos problemático. Se podría decir
que, en un primer nivel, el film se manifiesta como la COMUNICACION DE UNA
SECUENCIA de informaciones sobre Kane y sobre su vida – paralela, como se ha
dicho, a la de Hearst -una comunicación que está proyectada para
"pasar" fácilmente al espectador-oyente, que está gratificada por
saber más que los propios protagonistas.
Pero la situación comunicativa construida por
el texto es más compleja que los que se aprecia en este preliminar acercamiento
con el auditor visual, porque el modelo de CONVERSACION antes revelado se
inscribe en otro modelo, mucho más determinante y direccional, como puede ser,
entre otros, el relativo al misterio que circunda el nombre y significado de
"Rosebud", palabra anglosajona que encaja perfectamente en el
castillo igualmente de traza puritana, donde transcurre gran parte de la trama,
y que a su vez connota el deseo en el reencuentro ancestral con la vieja
Inglaterra, que guía a su creador, en este caso: Orson Welles que se siente
como Willian Randolph Hearst y en base a él y a su polémico imperio, realizó y
se responsabilizó de "Ciudadano Kane".
Es evidente que LA CONVERSACION textual
inmanente a Ciudadano Kane, aparece como interrelación directa entre el sujeto
que informa, enunciador según el autor, y el receptor audio-oyente o
enunciatario, aplicando la fórmula instancia interrogativa y de reenvío de la
satisfacción cognoscitiva.
El sujeto enunciador se revela como
depositario único de un saber, que distribuye a su placer, relegando en papeles
secundarios los orígenes EPISTEMICOS que se identifican con los protagonistas
de la historia-ficción (no totalmente real si pensamos en Hearst) y asumiendo
frente al consumidor -enunciatario según Bettelini - una actitud paternalista y
pedagogizante (sic). El sujeto enunciatario, tal y como está previsto por LA
CONVERSACION inmanente al texto, recibe un cierto contenido de saber por medio
de la narración clara y asequible pero, sobre todo, en virtud de un intercambio
directo que no se encuentra inmerso en la misma narración con el sujeto
informante, sino que es adquirido directamente por las imágenes que acompañan
al texto de un forma asequible al conocimiento del enunciatario.
Como epílogo al razonamiento
precedente en torno al prestigioso film Ciudadano Kane, y documental complementario,
consideramos constituyen instancias pragmáticas que juegan un papel fundamental
para niveles positivos en el proyecto comunicativo que lo instaura; " tan
fundamental, dice el autor de libro como final de este capítulo sobre la
conversación en Kane, que el texto puede ser leído como una parábola sobre la
conciencia y sobre las estrategias de aproximación a lo real".
MEDIOS DE COMUNICACIÓN, FACULTAD DE PERIODISMO 1997