España: el costo de las mentiras
Nahuel Oddone y Leonardo Granato
leonardogranato@hotmail.com
10/04/2004 04:24:28
El ataque terrorista sufrido por el Reino de España el jueves 11 de marzo constituye el peor atentado en la historia de dicho país. En aquella mañana fría de Madrid, la Estación de Atocha se convirtió en un escenario dantesco con doscientos muertos y más de mil cuatrocientos heridos. De repente "el triunfo de la muerte" de Pieter Brueghel y "los desastres de la Guerra" de Goya, se trasladaron del cercano Museo del Prado a la Estación de Atocha en el centro de la ciudad.
Estos atentados se producen en fecha cercana a las elecciones presidenciales donde la puja Mariano Rajoy (Partido Popular-PP) y José Luis Rodríguez Zapatero (Partido Socialista Español-PSOE) pone de manifiesto dos visiones distintas de la política española.
Varios autores sostienen que la política exterior es la continuación de la política interna de un país, pero en el caso español se podría sostener justamente lo inverso. La política de Aznar de alineamiento con los Estados Unidos y pro-intervención de Irak pareciera ser que hoy está pagando sus costos.
Como sostuvimos en el artículo publicado por El Eco de Tandil de fecha 25 de marzo de 2003: "todo aparenta indicar que si Felipe González (PSOE) fue el primer ministro que puso al Reino español en el Concierto Europeo, todo indicaría que José María Aznar (PP) se ha propuesto colocar a España en el Concierto Internacional". Los costos de colocar a España entre las grandes potencias se están pagando a partir de la matanza en Madrid del 11-M.
ETA vs. Al Qaeda
Apenas ocurrido el atentado, el gobierno español culpó a la organización terrorista vasca ETA. El ministro del Interior Angel Acebes sostuvo que no tenía "la menor duda" de la responsabilidad de la ETA. Para algunos españoles esta cuestión sonaba un poco extraña; tiempo atrás dos guerrilleros encapuchados, vía televisión, habían declarado el cese de los ataques en Catalunya. Si bien esta situación se circunscribía a la comunidad catalana era posible "extenderla" al resto de España debido a informes que indicaban que la organización terrorista estaba pasando por una mala situación financiera. No era la primera vez que la ETA declaraba el "cese de los ataques" hasta reunir nuevos fondos.
Otra de las cuestiones a tener en cuenta es que generalmente la ETA ataca a políticos, académicos, jueces, policías o militares. Cuando ha atacado un blanco indiscriminado ha avisado a las fuerzas de seguridad antes de que éste se produjera. Este tipo de masacres no es buena publicidad para la causa ETA.
En Alcalá de Henares la policía encontró una camioneta robada en la que había cierta cantidad de detonadores y una cinta grabada en árabe con el Corán. Según informes de Londres, la organización terrorista Al Qaeda habría reivindicado los atentados. En Washington se sospechaba de Al Qaeda, toda vez que era el "típico" ataque contra objetivos importantes para la sociedad civil. Eran, en definitiva, los atentados múltiples y simultáneos que nos recuerdan la tragedia del 11-S de 2001.
En una carta atribuida a Al Qaeda se reivindicó: "un ajuste de viejas cuentas con España" por ser "el cruzado y aliado de América en su guerra contra el Islam".
No perder las elecciones
El PP jamás pensó que podría llegar a perder las elecciones. De hecho las encuestas durante las últimas dos semanas previas a los atentados lo daban como el vencedor. Tenía también como sustento los ocho años de gobierno de Aznar; los cuales en términos económicos habían resultado muy exitosos.
Sin embargo, José Luis Rodríguez Zapatero, aquél hombre que recién comenzaba a "despegarse" del peso de la imagen de Felipe González, resultó vencedor.
El candidato del PP Mariano Rajoy no sabía cómo responder ante tal embate.
El triunfo de Rodríguez Zapatero se explica a partir del deseo de los españoles de no ser engañados, como con la Guerra de Irak, cuando el 90% de la población no apoyaba tal intervención bélica. Al parecer iban a ser nuevamente engañados ante la dicotomía ETA-Al Qaeda.
Como la victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana, si Aznar logró poner a España en el contexto internacional, lo hizo a cambio de sacar a su partido del gobierno.
Finalizada la Guerra de Irak, sostuvimos en un artículo de agosto de 2003: "aparentemente el mayor beneficio que España está obteniendo por su pasado apoyo en la guerra se materializa en la región de Catalunya, donde se instalará una de las centrales científicas más importantes del mundo, recibiendo de esta manera grandes fondos de los Estados Unidos, y dando trabajo a aproximadamente 200.000 personas y ampliando el número de científicos radicados en España.
De esta manera Aznar resolvería el problema que se le planteaba a su país a partir del año 2006, en que España dejará de percibir los Fondos FEDER de la Comunidad Europea. Fondos que el país ha sabido invertir provechosamente en obras públicas. Porque como le dijera el canciller alemán Schröeder a Aznar, en ocasión de una Cumbre Europea: "Ser pobre es muy malo, pero peor aun es dejar de serlo". Destaquemos que España, al igual que Grecia y Portugal, es considerado aun hoy un país pobre al interior de la Comunidad.
Todo aparenta indicar que Aznar comenzaría a resolver así este problema gracias a un acercamiento con los Estados Unidos. ¿España será el primer país en alejarse políticamente de la Unión Europea, por el costo que le supondría las nuevas incorporaciones de países de 2006? Solo el paso del tiempo nos dará la respuesta. Ser pobre para España, no resultaba tan malo... ahora ¿sabrá responder a su nuevo alto perfil internacional?".
El 11-M es el corolario del alto perfil internacional, pudiéndose constituir en el punto final de la política de Aznar. Las mentiras han tenido patas cortas, España no estaba en tal posición en el sistema internacional como para desempeñar el rol que jugó ni tampoco tenía el apoyo de la población para jugar dicho rol. Al 11-M se sumaron más mentiras. El intento desesperado del gobierno por mantenerse en el poder lo llevó a adjudicar los atentados, sin previa investigación y constatación, a la ETA.
Con el triunfo de Rodríguez Zapatero es muy probable que no se dé ese abandono de la política europea anteriormente planteado. Todo lo contrario, es muy probable, que rescate los vínculos europeos, a partir del proceso de integración de España a la Comunidad Europea iniciado por su antecesor del PSOE en el gobierno, Felipe González.
Asimismo es probable que se produzca una mejora en las relaciones con América Latina; sobre todo en los vínculos con la Argentina de Kirchner y el Brasil de Lula. España ya no estará dispuesta a bajar la línea norteamericana en América Latina.
Bush, ¿el vencedor?
Al recrearse el escenario internacional de los atentados del 11-S, probablemente reaparezcan los planteos maniqueos de civilización o barbarie por parte del presidente Bush. Las elecciones en los Estados Unidos no están lejos y Bush teme que su reelección se vea amenazada por el candidato demócrata John Kerry.
La cuestión a determinar es si "Europa unida" tras ser escenario del 11-M se plegará detrás de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, o bien optará por una posición autocentrada. La verdadera lucha por la paz radica en evitar la polarización de la política internacional entre Estados Unidos y sus aliados y los terroristas.
Como sostuvimos en El Eco de Tandil del 26 de julio de 2003: "a nadie escapa los inmensos riesgos que pueden derivarse de una política de fuerza aplicada como principio a las nuevas situaciones de conflicto. Dar una solución militar a los problemas políticos deja de ser una solución desde que en la historia moderna pudo pensarse la política como sistema de "consensos y mediaciones" frente a los hechos y su posible resolución.
Frente a esta tendencia "guerrera" habrá que construir nuevos dispositivos políticos desechando toda posible polarización militar del mundo. De manera urgente habrá que repensar este capitalismo global, articulando miradas y concepciones nuevas del mundo en su complejidad. Se trata de construir aquellas perspectivas que, acordes con la realidad actual, hagan posible un nuevo mundo; más justo, más libre, más humano". No dejemos que "el triunfo de la muerte Pieter Brueghel" sea la imagen futura del mundo.